La inhabilitación de tomas clandestinas le ha costado a Petróleos Mexicanos 4 mil 234 millones de pesos en los últimos seis años, pues de 2010 a 2016 este gasto aumentó más de mil 230 por ciento.

De acuerdo con una petición de información de MILENIO, realizada vía transparencia, Pemex Logística detalló el monto desembolsado por la empresa para la inhabilitación; esta tarea incluye "consumibles, mano de obra, maquinaria y equipo".

El aumento de la ordeña se refleja en los costos de inhabilitación de tomas clandestinas, pues mientras en 2010 a la petrolera le costó 137 millones 535 mil pesos, el año pasado se disparó a mil 840.7 millones de pesos.

En 2010 el número de tomas clandestinas reportadas por Pemex fue de 691, pero el año pasado alcanzó 6 mil 873.

El problema de robo de combustibles no solo lacera las finanzas de Pemex, sino también ha incrementado la exposición de riesgos a las comunidades y a sus trabajadores, así como una afectación al medio ambiente y a la seguridad energética.

En lo que va del año, Pemex ha hecho públicos al menos 20 intervenciones por incendios ocasionados por tomas clandestinas.

De acuerdo con la paraestatal sobre la petición de transparentar cuántas tomas clandestina han resultado en explosiones, señaló que de acuerdo con su estatuto orgánico, no se contempla ninguna cuestión vinculada con registro y control de tomas clandestinas de cómo han derivado.

Respecto a las emisiones de bióxido de azufre y el inventario de residuos peligrosos y de sitios afectados por hidrocarburos, Pemex reconoció que el aumento se debe, en buena medida, a un mayor número de tomas clandestinas.

Según su último reporte anual, al cierre de 2015 el inventario de sitios contaminados ascendió a mil 162 hectáreas, y durante 2016 se incorporaron 197 más, pero ya fueron remediadas o desincorporadas 75.2 hectáreas, dando como resultado un inventario final de mil 283.8 hectáreas, lo que representó un crecimiento de 10.5 por ciento.