El suelo marca el estilo y la personalidad de un hogar y, no siempre, condiciona el mobiliario. La nueva tendencia de los suelos laminados, permite pavimentar la casa con atractivos diseños. 

Los especialistas consideran que se trata de un producto duradero, estable y resistente a la humedad con una impresión muy sofisticada y un acabado de resina de melanina, lo recomiendan porque, además de tratarse de un material atractivo, mantener el suelo limpio resulta muy sencillo.

ALTERNATIVA ECONÓMICA

El suelo laminado dispone de una gran variedad de colores y texturas, de manera que es fácil encontrar una solución estética dependiendo de las necesidades de tu proyecto.

Se trata de una alternativa más económica, de una alta resistencia y un fácil mantenimiento, sin renunciar a la autenticidad y calidez que caracteriza a los materiales naturales.

La variedad de formatos también permite modelos diversos en largo y en ancho de la pieza, un extra que permite que se adapte con facilidad, así como una amplia gama de texturas y tonos, desde los más claros y serenos, a los más intensos.

La resistencia es otra de las grandes cualidades del suelo laminado, que le permite soportar la presión, arañazos, quemaduras e incluso ‘la luz ultravioleta’. Asimismo, es un material que repele la suciedad y el polvo, es fácil de aspirar y mantener, y ayuda a crear una estancia agradable e higiénica.

PERFECTO PARA HABITACIONES INFANTILES

Los expertos aconsejan el suelo gris para usos muy intensos, perfecto para habitaciones infantiles y salas.

Lo cierto es que, además de la firmeza y resistencia, los suelos laminados ofrecen una variedad enorme de colores. 

Desde el roble en blanco veteado, al castaño, también en blanco, uno de los tonos más apetecibles, junto con el de la madera, que permite combinar todo tipo de estilos decorativos y que, en el caso de las habitaciones de escasos metros, añaden luminosidad ya desde el suelo al techo.

Los acabados naturales, en tonos madera clara, son ideales para entradas y comedores con alfombras y esterillas de yute natural, que puedes combinar con papeles pintados o textiles en beige y verde, lo que permite recrear estancias campestres, frescas e informales.

La opción de los suelos laminados para cocinas y baños es también una excelente elección por su resistencia a la humedad y a los golpes, a los roces de las sillas y por su fácil limpieza, teniendo en cuenta que el suelo siempre atrapa suciedad y caída de los alimentos.

En este caso, los tonos arena son siempre los más solicitados, mientras que los oscuros, que definen un ambiente más elegante, se reservan para zona de menos paso con zapatos de calle, como vestidores, para evitar las molestas marcas. 

Estos pisos tienen sus ventajas. Por ejemplo, siempre se ven elegantes, son resistentes a productos químicos de uso doméstico y colillas de cigarro, además, a rayones y fricción.

Otra de las ventajas que tienen los suelos laminados es su alta durabilidad. El promedio de vida de los suelos laminados es entre 15 a 20 años.