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Primero se ventanean, luego muestran sus propuestas
El primer round de los siete candidatos a la gubernatura las propuestas pasaron a un segundo plano y se dedicaron más a acusarse de corrupción, ventanearse en propiedades y otros bienes, así como de tener vínculos de protección, tanto a narcotraficantes como a ex funcionarios públicos acusados de delitos de desvíos.
El Instituto Electoral de Coahuila (IEC), organizador del primer debate de candidatos a gobernador, repartió sólo 300 pases para presenciar en vivo el evento en el Museo del Desierto, y reportó que en su página más de 5 mil personas se conectaron para ver la transmisión, sin embargo el número de ciudadanos en condiciones de votar en la entidad, rebasa los 2 millones de personas.
Para ingresar al recinto, Fuerza Coahuila estableció al menos tres filtros de seguridad, el último de ellos con detector de metales y perros entrenados; nadie sin acreditación emitida por el IEC pudo entrar al recinto, y las porras que declaraban ganador a sus candidatos, tuvieron que esperar afuera del Parque Las Maravillas, sobre la prolongación Pérez Treviño.
La periodista Ana María Salazar, quien cobró 110 mil pesos por moderar el encuentro político, tardó más de 20 minutos en explicar el sistema de debate y sus constantes intervenciones hizo que el evento se prolongara más de lo planeado, además que perdió la continuidad de las intervenciones en una ocasión.
De acuerdo con el formato del debate, cada candidato tuvo una intervención efectiva de 18 minutos, respondieron a tres preguntas en los ejes de seguridad y justicia, educación y cultura, así como salud pública.
ACUSACIONES CONSTANTES
La atención giró en torno a las exposiciones de Miguel Riquelme, Guillermo Anaya y Armando Guadiana, quienes aprovecharon la oportunidad no sólo para proponer cómo sería su gobierno, sino también para descubrir a sus rivales sobre sus bienes.
Miguel Riquelme Solís, el candidato de la coalición Por un Coahuila Seguro, hizo énfasis en el tema de seguridad y dijo que en esta elección se juega la paz y que no va a permitir que regrese la violencia; además que cuando esté la administración a su cargo hará valer la justicia, caiga quien caiga.
Se lanzó contra los candidatos Guillermo Anaya y José Ángel Pérez, a quienes acusó como exalcaldes de dejar a Torreón inmerso en la inseguridad y la deuda pública. Al candidato Anaya lo acusó de tener propiedades cuyo origen no puede explicar: un rancho de mil hectáreas en Parras, una casa en Las Villas de Torreón, un departamento en Polanco y cuentas bancarias millonarias.
Guillermo Anaya Llamas, candidato de la Alianza Ciudadana por Coahuila, centró sus propuestas también en seguridad duradera con Centros de Paz, profesionalización de policías y la salud, garantizando abasto en medicinas y mejores hospitales y atención médica.
Anaya lanzó acusaciones principalmente a Miguel Riquelme, por su casa en Las Trojes en Torreón, y representar la continuidad de las últimas dos administraciones al ser “tapadera” de los Moreira, además de haber desviado más de mil 350 millones de pesos cuando fue funcionario estatal.
Armando Guadiana, candidato de Morena, propuso policías sin capucha, renunciar a su sueldo para que se dedique a becas, darle seguimiento a las masacres de Allende y el penal de Piedras Negras, y acabar con la corrupción y la impunidad.
Guadiana cuestionó a los candidatos Anaya y Riquelme; al primero lo ligó con Felipe Calderón diciendo que era su compadre y que ayudaron a exonerar a Humberto Moreira por el tema de la deuda, además lo llamó “Memoches” por el tema de los moches que recibían legisladores federales de alcaldes, mientras que a Riquelme lo ligó con Humberto y Rubén Moreira para seguir pagando la deuda pública.
José Ángel Pérez, candidato del PT, fue escaso en propuestas y se dedicó a “golpear” a los candidatos Anaya y Riquelme; al primero lo acusó de tener ranchos y casas que no pudo haber pagado con su sueldo, y al segundo de ser exhibido con relojes costosos.
Javier Guerrero, candidato independiente, propuso equidad en su gabinete y sus acusaciones se dirigieron principalmente al Gobierno en turno y a su ex partido, el PRI, por las amenazas a los ciudadanos de que si no votan por ellos regresará la inseguridad y la violencia.
Mary Telma Guajardo, candidata del PRD, dijo ser la opción más viable por ser la única mujer contendiente por la gubernatura y al criticar a sus opositores al señalar que tanto el candidato del PRI, Riquelme, como del PAN, Anaya, son lo mismo, en tanto que a Armando Guadiana le pidió pagarle mejor a los mineros, a quienes tiene oprimidos.
Luis Horacio Salinas, candidato independiente, dijo ser la única opción verdaderamente sin vínculos partidistas y a acusó a los últimos dos gobiernos estatales de haberle abierto la puerta a la delincuencia organizada.