El asombroso negocio que está detrás de las 'fake news'

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El asombroso negocio que está detrás de las 'fake news'

Foto: Especial
A favor o en contra de adversarios, empresas de marketing ofrecen sus servicios a políticos para sembrar información

Ciudad de México.- En México dieron inicio las campañas electorales de 2017, las cuales llegaron acompañadas de noticias falsas, desinformación y una guerra de bots que no son más que los servicios de la industria de marketing digital que gana millonarias sumas de dinero.

Detrás de un video, un gif, una imagen, una amenaza por Twitter, una nota informativa tendenciosa o un sitio de ‘fake news’, hay grupos de expertos en métricas, publicistas, politólogos, periodistas y demás profesionales creando estrategias -empíricas o metodológicas- para ‘sembrar’ información en redes sociales.

No importan los algoritmos de Facebook, ni las políticas de Twitter. Todo puede ser burlado. ‘Sembrar’ información y noticias falsas se ha convertido en un acto de verdadera sutileza por parte los ejércitos de bots, que son operados por jóvenes millennial quienes se pasan horas vertiendo contenido aparentemente orgánico y profundo en Internet.

La industria de las 'fake news'

Carlos Merlo es dueño de Victory Lab, una de las empresas que ofrece servicios integrales de social media, cuyos productos incluyen manejo de bots, contención, ciberataques, creación de sitios para ‘fake news’, control de crisis, entre otros.

Uno de los servicios más robustos que Merlo ofrece cuesta más de un millón de pesos (55,000 dólares) mensuales, e incluye bots que parecen reales, contención de crisis, ataques y el flujo de información en varios sitios con fines noticiosos, de desinformación, de manipulación, de parodia, entre otros.

En entrevista exclusiva con Univision Noticias comenta que a veces él no cobra con dinero, sino que acepta la promesa de futuros contratos públicos de sus clientes, que en mayoría son políticos que aspiran a un cargo. 

“Normalmente es por tres meses de la campaña, siempre con opción a que baje esto (el costo del servicio) a cero, depende de qué me des cuando ganes, y también depende del actor (cliente)”, detalla Merlo, quien ha negociado sus servicios por llevar las redes sociales oficiales de gobiernos o funcionarios públicos.

El experto en sembrar información refiere que su empresa es subcontratada por firmas más grandes, que incluso llegan a cobrar 19 millones de pesos (más de un millón de dólares) mensuales, pero Merlo a su vez ha llegado a contratar a 'sectas' de tuiteros, a quienes paga entre 20,000 y 30,000 pesos (hasta 1,600 dólares) al mes para que generen tendencias.

Todo los pagos, dice Merlo, son en efectivo, “son siempre maletines con lana, porque son cantidades grandes… porque las operaciones son caras”.

Agrega que las ventajas de tener sitios de ‘fake news’ es que no pueden ser fiscalizados. Por ejemplo, él puede pagar a Twitter para colocar una tendencia, pero las autoridades pueden exigir a la red social información sobre el dinero; no obstante, con una historia falsa o morbosa se puede generar polémica y posicionar algún tema como trending topic sin necesidad de pagarlo.

Otra forma de favorecerse con los sitios de 'fake news' es cuando una noticia falsa es retomada por medios serios, porque de manera inmediata esa información es sembrada en la sociedad.

“Nuestra meta es que salgamos en el noticiero de la noche, porque así el periódico más lejano retomará esa noticia… cuando sales en el noticiero de la noche tienes un publirreportaje poderoso, sin necesidad de pagarlo”, agrega el empresario Carlos Merlo.

Un ejemplo de este tipo de estrategias, fue la noticia que la aspirante presidencial Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, supuestamente comparó su matrimonio con el de los Obama. Esta nota fue replicada por medios formales, los cuales tuvieron que disculparse con su público porque se trató de 'fake news'.

Merlo, quien ha tenido a su disposición 10 millones de bots, asegura que no es difícil convencer a jóvenes para que trabajen sembrando información, pues la situación de desempleo y falta de oportunidades arroja a los millennials a buscar este tipo de empleos.

Los eslabones de la cadena

La empresas que se dedican al marketing digital normalmente contratan o subcontratan a jóvenes millennials recién egresados de la universidad o con estudios técnicos, pues el pago de su trabajo es menor y son fáciles de moldear.

Existen casos donde las empresas reclutan a profesionales con más experiencia ofreciéndoles sueldos mayores y obligándolos a firmar contratos de confidencialidad.

Es el caso de Antonio Escalante (su nombre es ficticio), un periodista mexicano que trabajó para una agencia de publicidad disfrazada de una empresa de medios de comunicación que publicaban noticias tendenciosas que eran usadas para favorecer o atacar -dependiendo el cliente-, a partidos políticos, secretarías de estado, gobernadores, diputados, senadores e incluso candidatos independientes.

Al sentirse en conflicto con su ética, Antonio renunció y es ahora cuando narra a Univision Noticias cómo es que opera un laboratorio de marketing digital.

“En la entrevista (laboral) no te especifican para qué medio vas a trabajar, solo te dicen que es un sitio de noticias que está creciendo y te ofrecen un buen sueldo -entre 15,000 y 20,00 pesos (casi 1,000 dólares)-. Te hacen firmar un convenio de secrecía (un contrato de confidencialidad); que lo hacen para que no se divulgue la forma cómo se trabaja o evitar afectar a un cliente”, relata Antonio Escalante, quien decidió cambiar su nombre para evitar una demanda de cientos de miles dólares al romper la confidencialidad de la empresa.

Desde el primer día su jefe le dijo: “puedes jugar con la información: atribuir hechos o palabras sin que haya evidencia o respaldo”, pues lo importante era generar una audiencia, sin importar la veracidad de los textos.

Argumento Político es un sitio que difunde noticias como las que describe Antonio, carentes de fuentes o respaldo.

“Era una publicidad abierta, una publicidad descarada hacia los candidatos. Toda la información también estaba relacionada con el tipo de lectores, que en mayoría eran fugaces porque las publicaciones que hacíamos se promocionan en Facebook. Le metían 3,000 pesos (165 dólares) de publicidad a cada nota para que fuera muy leída”, dice Antonio Escalante.

Edgar Espinoza (su nombre tampoco es real) trabajó como redactor para una empresa que crea páginas de noticias políticas. A él también le hicieron firmar un contrato de confidencialidad.

El estuvo desde el inicio de toda una campaña y recuerda que primero se crearon bots, luego las páginas en Facebook, después el sitio de noticias de política irreverente y tendenciosa. Una vez que estaba montada la estructura, todos los elementos servían para sembrar la información en apoyo a un candidato político. 

“Sobre los clientes no se escribe (de forma crítica), solo se escriben cosas buenas, pero tiene que ser sutil, que no se note que es información positiva”, detalla el joven, cuyo sueldo se encontraba entre los 8,000 y 16,000 pesos mensuales (casi 800 dólares).

Rubén Darío Vázquez, académico de la UNAM y de la Universidad Iberoamericana (UIA), y experto en tecnologías de la información, explica a Univision Noticias que la contratación de profesionales habla mucho del dinero que es usado en estas campañas digitales.

“Si yo soy un partido político y le meto pauta (contrato publicidad) a un medio real, entonces me van a querer fiscalizar y cuestionar de dónde saqué ese dinero, pero si yo contrato una campaña donde se crea un medio que parece real para hablar de mi candidato, entonces no hay problema. Todo depende de cuánto dinero tenga para tener a un experto en SEO, un experto en diseño, expertos en redes, a los trackers…”, refiere Vázquez.

Darío Vázquez detalla que no existe ley que regule este tipo de acciones.“El problema no son estos sitios de noticias falsas, el problema es que no hay fiscalización de recursos digitales… Las plataformas como YouTube, Twitter, Facebook deben ser fiscalizadas, no los usuarios; porque las campañas de este tipo se están haciendo dentro de estas plataformas”.

Ejército de bots

Tanto Antonio como Edgar contaban con un contrato, un sueldo estable y prestaciones de ley, pero las cadenas para sembrar información en Internet hacen uso de ‘sectas’ de tuiteros, a quienes se les paga en efectivo y de forma anónima.

Oscar Lero es miembro de la llamada Secta 100tifika, un colectivo mexicano de jóvenes que usan bots para crear “polémica”, atacar a usuarios o posicionar temas en redes sociales.

Lero cuenta a Univision Noticias que a él y su equipo los contratan por un intermediario, quien comúnmente paga en efectivo o por PayPal para que apoyen o defiendan a algún político. La Secta 100tifika puede cobrar un promedio de 30,000 pesos (más de 1,600) al mes por cliente.

Para complir con su parte, la Secta 100tifika divulga información falsa como la muerte de un famoso, ataca a rivales, amenaza, acosa y reproduce lo que su cliente le ordene. Como si se tratara de un grupo de mercenarios digitales. Apenas en enero pasado este grupo causó pánico en las redes con el tema de los saqueos en tiendas comerciales por el llamado 'gasolinazo'.

Esta ‘secta’ siempre se mantendrá creando polémicas, involucrándose en casos mediáticos para que así los medios de comunicación hablen de de ella o sus integrantes, y a su vez ellos obtengan más seguidores.

“Nosotros ganamos hasta 1,500 seguidores por día cuando logramos hacer polémica. Cuando un medio serio cree lo que decimos o nos menciona para nosotros es un logro”, relata Oscar Lero, quien asegura que entre más seguidores, sus servicios aumentan de costo.

Rubén Darío Vázquez, experto en tecnologías de la información, explica que el uso de bots es un elemento necesario para sembrar información en redes sociales, pues ayudan a generar comentarios respecto a una noticia falsa, y eso rompe con los algoritmos de Facebook o Twitter.

“Estas cuentas que parecen reales comentan las notas falsas con dos finalidades, la primera es para vencer los algoritmos de Facebook, porque entre más se comente provoca que la nota sea más relevante y aumente el alcance para que más personas puedan ver la publicación, y por otra parte, mantienen la vigencia de la publicación, porque entre más comentada, se mantiene viva por más tiempo”, apunta Vázquez.

El también académico advierte que al compartir información falsa, se crea un ciclo interminable de este tipo de noticias, pues los algoritmos de las redes sociales presentarán siempre este tipo posts a los usuarios que regularmente las consultan.