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Trump no 'mató' al peso, éste ya se había desplomado con Peña Nieto
Por Dulce Olvera
Ciudad de México.– El dólar al mayoreo ha bajado del piso de los 19 pesos por cada billete verde, frente a los 21 pesos en que llegó a venderse a inicios de año, por lo que la moneda nacional volvió al valor que tenía cuando Donald Trump ganó las elecciones de Estados Unidos, el 8 de noviembre de 2016: 18.7 por billete verde. Sin embargo, la moneda mexicana se ha estancado en ese nivel por la estructura interna del país: una deuda pública histórica que no se ve reflejada en gasto productivo ni en inversión que impulsen el crecimiento económico, que ya registra un ritmo de desaceleración, coincidieron economistas consultados por SinEmbargo.
“Con esos pequeños ciclos de apreciación, la tendencia a futuro de nuestra moneda va a ser hacia la depreciación porque los niveles de crecimiento de la economía no van a ser suficientes y sigue persistiendo el déficit en el sector público”, aseguró el economista Jesús Amador Valdés Díaz, socio director de la firma Grupo Valores Financieros.
México creció un 2.6 por ciento en 2015, un 2.3 por ciento en 2016 y el viernes pasado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ajustó su expectativa de crecimiento para 2017 a un rango de entre 1.3 y 2.3 por ciento. En tanto, los analistas consultados por el Banco de México (Banxico) prevén sólo un 1.49 por ciento para este año.
En cuanto a su previsión del tipo de cambio en promedio, Hacienda estima el valor del dólar en 19.5 pesos, mientras que los especialistas en economía y finanzas encuestados por el banco central lo sitúan en 20.15 pesos.
La divisa nacional se ha apreciado un 14 por ciento del 20 de enero a la fecha, luego de que las órdenes ejecutivas más agresivas del magnate republicano han encontrado oposición en el Congreso de EU, y se está en espera del inicio de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Además, el Banxico ha implementado desde el 6 de marzo coberturas cambiarias para amortiguar la posible volatilidad por el entorno externo.
EL EFECTO PEÑA
Sin embargo, el peso ya se había depreciado un 44 por ciento frente al dólar durante el sexenio de Enrique Peña Nieto antes de las declaraciones de proteccionismo de Trump que comenzaron a la mitad de 2015, cuando arrancó su campaña rumbo a la Presidencia.
En diciembre de 2012, cuando comenzó la administración del priista mexiquense, el tipo de cambio se ofrecía en 12.93 pesos. Antes del 8 de noviembre, cuando el republicano ganó las elecciones estadounidenses, estaba entre 18 y 19 pesos.
“A finales del 2015 comenzó la depreciación del peso a los 15 dólares. Primero porque empezó a normalizarse la política monetaria de Estados Unidos y luego vino Trump, quien le dio un empujón más fuerte por el nerviosismo”, aseguró el economista e investigador Marcelo Delajara.
El también académico de la Universidad Iberoamericanca, Jesús Amador Díaz, afirmó que “debe haber una correspondencia” entre lo que sucede en el sector externo con la economía y lo que sucede en el sector interno.
“Lo que hay es una tendencia hacia la depreciación del peso porque lo que está ocurriendo en ambos sectores está generando un efecto de déficit. La contracción de una deuda pública, agregó, es porque hay un déficit en las finanzas gubernamentales. La deuda externa por su parte se genera por la necesidad de traer capitales del resto del mundo para cubrir el déficit en la balanza por cuenta corriente”, dijo.
Los datos de la Secretaría de Hacienda reportan que del 2013 a la fecha la deuda pública ha aumentado más de 10 por ciento anual y los ingresos tributarios solo han aumentado 5 por ciento, lo que desequilibra las finanzas públicas.
Ese “desajuste” de una mayor deuda con una menor recaudación ha provocado que la deuda pública como porcentaje del PIB haya pasado de 35 por ciento en 2012 a casi 50 por ciento en 2017 (alrededor de 9 billones de pesos), documentó el economista José Nabor Cruz del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
“Hemos aumentado 15 puntos porcentuales sin que esa deuda haya significado mayores inversiones productivas; la mayoría se ha ido a gasto corriente. De esa deuda, solo el 0.6 por ciento se va a financiar proyectos productivos de la banca nacional de desarrollo”, añadió el investigador Cruz.
El tipo de cambio “se disparó muy fuerte” por lo que planteó Trump sobre la relación de México con Estados Unidos; es decir, derogar el TLCAN, construir el muro fronterizo y expulsar connacionales. “Creó una expectativa de incertidumbre, por lo que la gente prefería el dólar a la moneda mexicana, la cual se depreció”, explicó el académico Valdés Díaz.
La semana pasada, el Banco de México expuso en su informe de política monetaria que la inflación (precio de bienes y servicios) siguió incrementándose para ubicarse en la primera quincena de marzo de 2017 en 5.29 por ciento, como resultado de “la depreciación acumulada del tipo de cambio”. Pero también como resultado de los ajustes en los precios de los energéticos a principios de año, que “han tenido un impacto significativo” en los precios de las mercancías y de algunos servicios.
No obstante, determinó el economista Jesús Amador Valdés, durante este año los mercados han visto que por “la incompetencia del gobierno” de Donald Trump “es probable” que no pueda ejercer sus amenazas contra el TLCAN y habrá una recuperación “al menos momentánea” del tipo de cambio, como está ocurriendo desde hace dos semanas.
La Casa de Bolsa Finamex atribuyó la reciente apreciación del peso a la determinación de la Comisión de Cambios de llevar mediante las coberturas cambiarias a un nivel “más en línea” con los fundamentales económicos del país y al “desencanto” del mercado con la capacidad de la administración Trump de avanzar su agenda.
Los economistas consultados añadieron que la presión contra el peso disminuyó también por el proceso de la normalización de la política monetaria de Estados Unidos y por una recuperación gradual en los precios internacionales del petróleo, actualmente entre 50 y 52 dólares el barril luego de haber bajado a 30 dólares el año pasado antes del acuerdo de reducción en la producción de oro negro.
El jueves pasado, el Banco de México subió la tasa de interés a 6.5 por ciento, después de que la Reserva Federal estadounidense hiciera lo propio a mediados de este mes y en el marco de una tasa de inflación arriba de 5 por ciento.
El banco central del país del norte encareció el precio del dinero a un rango de entre 0.75 por ciento y 1 por ciento, y remarcó los sólidos progresos de la economía estadounidense. Por su parte, la Junta de Gobierno del Banxico tomó la decisión del aumento por “unanimidad” en un momento en que “prevalece la incertidumbre en el entorno externo”, indicó el instituto emisor en un comunicado.
UN PROMEDIO ANUAL DE 19.5 PESOS
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público estimó que el país crecerá entre 1.3 y 2.3 por ciento este año y entre 2 y 3 por ciento en 2018, un pronóstico marcado por la incertidumbre que todavía provoca el nuevo Gobierno de Estados Unidos.
“El escenario base para 2017 contempla un rango de crecimiento prudente, de entre 1.3 y 2.3 por ciento, consistente con las expectativas del mercado y los organismos internacionales”, informó la dependencia en un comunicado.
Este rango incorpora los “posibles impactos” en consumo e inversión que genera la incertidumbre por las políticas del Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, justificó. Aunque el nerviosismo, añadió, ha “disminuido sustancialmente” en el transcurso de los últimos dos meses.
Además, las proyecciones contemplan que el tipo de cambio registre un promedio anual de 19.5 pesos por dólar, y cierre el año en 19 unidades por dólar.
El próximo 2018 terminaría en 19.1 pesos por divisa estadounidense, calculó.
También se estima una inflación anual de 4.9 por ciento este 2017, un año marcado por la decisión gubernamental en enero de aumentar el costo de las gasolinas y la liberalización gradual de precios en el sector, que arrancó este 30 de marzo en el norte.