Seguramente muchos de nosotros hemos sido testigos de algunas lagrimitas corriendo por las mejillas de niños pequeños cuando tienen que enfrentar su primer día de escuela o su primera experiencia lejos de casa, esto se da principalmente por el miedo inconsciente al abandono.

Y si bien suele ser una etapa que no tarda mucho tiempo en superarse, es importante que tengas presente algunas cosas para lograr enfrentar de buena forma esta etapa.

Es nuestro instinto de supervivencia
Lo primero que debemos tener presente es que estos síntomas son casi un instinto para sobrevivir, pues para un bebé pequeño es imposible que pueda desarrollarse de manera sana sin los cuidados de alguien más. He ahí la razón del llanto como comunicación entre el niño y la familia.

Existen situaciones que refuerzan los miedos
Los divorcios, muertes y otros grandes cambios en la vida de un niño pueden despertar el miedo a ser abandonado. Todos los hechos que nombré al comienzo, significan una separación ya sea temporal o definitiva de las personas que ama, por tanto el temor puede apoderarse con facilidad de su persona.

Se acompaña deauto-cuestionamientos
Las situaciones que representan un peligro de abandono, generan daño en la autoestima, por tanto comienzan a nacer diferentes tipos de cuestionamientos ¿me seguirán queriendo?, ¿seré yo el problema?, ¿seré culpable de lo que está ocurriendo? Por esto resulta de vital importancia que se les haga ver que ellos son solo parte del proceso y no responsables de la situación.

Sin embargo, para que todo lo anterior no se vuelva un calvario imposible de superar, es necesario tomar algunas medidas que pueden resultar ser un bálsamo para esta difícil etapa:

Nunca mentir
Muchos padres cuando salen de casa escondidos para no que el niño no se de cuenta y comience a llorar. Sin embargo, lo mejor que pueden hacer es decir la verdad: No voy a estar por unos minutos, pero más tarde vendré por ti. De esta formar los niños tienen claro qué es lo que va a pasar, quién le cuidará y no sentirán confusión al descubrir que le mintieron y “abandonaron”.

Estar atento a los cambios de actitud
Sobre todo cuando comienzan a ir al colegio o a hacer alguna actividad nueva. Si de pronto se nota angustia o desinterés por la actividad, es mejor preguntar. Puede que para nosotros sea solo una pequeña fracción de tiempo, sin embargo, para los niños puede estar siendo muy largo y requieran de un periodo de adaptación diferente.

Reforzar el autoestima a diario
Si bien esto les servirá más siendo adultos que niños, es importante que el niño sepa que merece respeto, amor y atención a diario. Esto le permitirá crecer seguro de quién es, dejando atrás la posibilidad de renunciar a sí mismo por complacer a los demás por miedo al abandono.