Carlos Tevez, Oscar, John Obi Mikel o Alex Witsel: el fútbol chino sacó el talonario en los últimos meses para llevar a cabo fichajes de renombre. Ahora sólo queda por ver si ello se corresponde con un aumento del espectáculo en la Superliga que arranca mañana.

Nunca antes los clubes chinos gastaron tanto dinero en futbolistas como ahora. Pero los flamantes fichajes, anunciados a bombo y platillo, también despertaron algunas críticas: muchos creen que la llegada de tanto talento impedirá el despertar de muchos jugadores locales jóvenes.

El Shanghai SIPG fue el protagonista del fichaje más caro del invierno al pagar al Chelsea 60 millones de libras (unos 73 millones de dólares) por el brasileño Oscar. En total, la Superliga desembolsó cerca de 400 millones de dólares, más que ningún otro campeonato del mundo.

Y como los fichajes los realizaron varios clubes, las estrellas se repartieron, por lo que se espera que sea una competición muy emocionante. Los últimos seis títulos acabaron en las vitrinas del Guangzhou Evergrande.

No obstante, el conjunto entrenado por el brasileño Luiz Felipe Scolari sigue siendo el favorito en las apuestas para la nueva temporada.

"El Guangzhou vuelve a ser el principal candidato. Pero las distancias se acortarán", aseguró el analista futbolístico Ma Dexing. El periodista cree que el Shanghai SIPG de Oscar será el gran rival de los de Scolari.

El argentino Tevez, ex de clubes como Manchester United, Manchester City, Juventus de Turín o Boca Juniors, fichó por el otro equipo de Shanghai, el Shenhua. Según medios, ganará unos 38 millones de euros anuales en su aventura china.

El Tianjin, por su parte, invirtió 20 millones de euros en el belga Witsel, mientras que el Hebei China Fortuna gastó un total de 100 millones en fichajes, entre los que destaca el del brasileño Hernanes desde la Juventus de Turín.

Los hinchas, en cualquier caso, están eufóricos y los expertos esperan que la venta de entradas y camisetas crezca de manera extraordinaria.

Aunque no todo son elogios: el gobierno mira también con preocupación la explosión en el mercado de fichajes, así que introdujo nuevas reglas para intentar controlar los desorbitados salarios.

A partir de la próxima temporada se rebajará de cuatro a tres los futbolistas extranjeros que pueden jugar al mismo tiempo; los clubes deberán invertir al menos el 15 por ciento de su gasto en el trabajo con jóvenes talentos; y la federación medita imponer límites salariales.

Sin embargo, los planes para que China se convierta en una potencial mundial del deporte rey parecen imparables. El presidente del país, Xi Jinping, planea que se construyan 50,000 nuevas escuelas hasta 2025. El mandatario sueña con albergar algún día un Mundial y, por qué no, ganarlo.

Si lo logra, debería tardar aún unos cuantos años. China está actualmente en el puesto número 86 del ranking mundial de la FIFA, por detrás de Trinidad y Tobago, Armenia y Qatar.

Muchos jugadores del fútbol europeo rechazaron por el momento ofertas millonarias para irse al fútbol chino, pero todo indica que los suculentos salarios harán que algunos cambien de opinión

"No puedo decir que no vaya a ir a China", dijo el francés Anthony Modeste, del Colonia, por el que ofrecieron 50 millones de euros. "Ahora mismo no era el momento de irme, veremos qué ocurre en el próximo periodo de traspasos”.