Los mandatos sociales dicen que las mujeres nacimos para ser madres. ¿Qué sucede cuando una mujer decide correrse de ese rol y afrontar las críticas de la sociedad?

De pequeña soñaba con ser madre. Todos mis juegos tenían que ver con bebés, biberones y muñecas. Siempre me fue fácil imaginarme como madre porque fue mi gran deseo que hoy, gracias a Dios, veo cumplido. Para las mujeres que llevamos la maternidad como una forma de vida a veces nos suele parecer imposible que otra mujer no tenga deseos de ser mamá. Sin embargo, el mandato social de “casarse y tener hijos” fue quedando vetusto y hoy las mujeres toman las riendas de su vida sin dar explicaciones a nadie.

Con total convicción y seguridad, la periodista colombiana Francy Uribe decidió esterilizarse definitivamente a través de la ligadura de trompas, a sus 30 años y aún sin haber tenido hijos. Esta decisión la tomó luego de ponerse de novia para que su compañero no la presionara a tener hijos cuando decidieran convivir. Desde muy pequeña tenía la certeza de que no quería ser madre, y su pensamiento se fue afianzando a través de los años.

Me sentí identificada en uno de sus dichos cuando dijo que el tipo de periodismo que ella quería hacer y la maternidad no eran compatibles. Y, aunque soy defensora de la maternidad y crianza de los hijos, debo decir que coincido con ella. Yo estudié Periodismo y veo que la mayoría de las mujeres que tienen puestos importantes en la televisión y los medios son mujeres que han “hecho carrera” antes de ser madres, siendo jóvenes y, una vez afianzadas en el medio y muchos años después, formaron su familia. En mi caso, el deseo de casarme y tener hijos fueron tan fuertes que dejé todo lo que estaba haciendo para maternar y dedicarme a mi bebé al 100%. Sí, fue en detrimento de mi carrera (al menos momentáneamente) pero en pos de mi propia felicidad y la de mi familia.

La reacción de la sociedad
Cuando Francy Uribe le comentaba a sus amigas que ella no quería ser madre, ellas le decían que “ya se le activaría el chip”. Pero su idea estaba muy arraigada y un día decidió ir a una clínica y practicarse una ligadura de trompas. Mientras esperaba en el hospital a ser operada, estaba junto a otras mujeres que estaban allí para practicarse la misma operación, luego de haber tenido hijos. La reacción de estas mujeres la sorprendió a Francy, ya que ninguna la juzgó por la decisión que había tomado sabiendo que nunca había tenido bebés.

Para la sociedad en general, la decisión de una mujer de no tener hijos aún resulta algo incómoda, ya que se trata de romper con un paradigma impuesto desde hace siglos. Las mujeres que no quieren ser madres deben luchar día a día para hacer frente a las críticas y demostrar que su feminidad no se reduce a la maternidad. Escuchamos tantos casos de bebés abandonados que, es algo sensato y responsable pensar que una mujer tome la decisión de no traer hijos al mundo si no lo desea.

¿Por qué una mujer no quiere tener hijos?
Los factores determinantes a la hora de decidir no traer hijos al mundo son varios
- No quieren renunciar a sus carreras, ni limitarla o postergarla
- Desean continuar su ritmo de vida (como es el caso de los millenials)
- Tuvieron mala experiencia como hijos y temen transmitirla a su descendencia
- Porque simplemente no gustan de los niños ni de lo que implica la vida de ser madre

¿Qué pasa con el deseo de la pareja?
Cuando una mujer no quiere ser madre y su pareja sí quiere tener hijos el conflicto es inevitable. En el caso de la periodista colombiana le costó su noviazgo y tuvo que hacer un gran duelo de esa relación. El precio fue alto, pero aún así cree que tomó la mejor decisión. Y tal vez tenga razón, ya que hay cientos de parejas que luego de tener hijos se separan porque la convivencia se hace tediosa y, porque si alguno de los dos no estaba preparado o del todo conforme con tener hijos, la presión se agrava. Sin embargo, en muchos casos, la frustración de no poder cumplir con el deseo de la pareja o no encajar en la sociedad a muchas mujeres les pesa luego de un tiempo y transitan conflictos emocionales.

Existe una gran diferencia entre tener un hijo y criarlo. Para ser madre no sólo hay que embarazarse y tenerlo, sino que hay que tener la convicción de que se está cumpliendo con un rol social. Criar un hijo requiere de mucha responsabilidad y valentía, por lo que debería ser una decisión que deba tomarse sólo si una pareja está lista para afrontar el nuevo deber. La tarea de ser madre debe cumplirse con el mayor de los regocijos; y si aún no tienes deseo de serlo no debes sentirte un “bicho raro”, ya que es tu propia decisión. Y tú, ¿deseas ser madre?