No ha caído bien en Caracas la solicitud del presidente Mariano Rajoy, quien, a través de su cuenta de Twitter, ha exigido la libertad del opositor Leopoldo López, que cumplirá tres años en la cárcel el sábado, y de los demás presos políticos. En respuesta a ese comentario, el presidente Nicolás Maduro aseguró que al jefe del gobierno español “se le reventarán los dientes” si se mete con Venezuela. “No solo a él, sino a toda la derecha fracasada internacional si se mete con Venezuela y pretende intervenirla”, agregó.

En el procaz lenguaje del chavismo gobernante, una marca de fábrica del fallecido Hugo Chávez, se suelen usar otras imágenes mucho menos grotescas. “El que se mete con Venezuela se seca”, ha dicho el gobernante venezolano esta misma semana al cerrar filas con su vicepresidente Tareck El Aissami, sancionado por el Departamento del Tesoro por sus supuestos lazos con el tráfico de drogas. Pero Maduro ha encontrado en Rajoy a un adversario mucho más a la mano, en vísperas del aniversario de la prisión de López y en medio de la condena generalizada por impedir la emisión en este país del servicio en español de la cadena CNN. “Bandido, protector de delincuentes y asesinos”, dijo de Rajoy.

El comentario se ha producido después de un acto en Madrid, que reunió a los expresidentes Felipe González y José María Aznar, quienes han pedido a la Organización de Estados Americanos que tome medidas en el caso de Venezuela “por el deterioro de la democracia, por la existencia de presos políticos y el deterioro de la democracia”

Minutos más tarde, mientras se dirigía a jóvenes chavistas en un acto celebrado en Caracas, pretendió matizar sus declaraciones al afirmar que puso a Rajoy como ejemplo porque pudiera referirse a otros mandatarios. Los insultos contra el gobernante español contrastan con la excesiva cautela de Caracas hacia Donald Trump, quien esta semana ha hablado hasta con tres presidentes de América Latina sobre la crisis en Venezuela y también exigió la liberación de López luego de reunirse con la esposa del dirigente, Lilian Tintori, en Washington.

Caracas ha sugerido en estas primeras semanas del nuevo gobierno de Estados Unidos que las declaraciones de Trump han sido la consecuencia de malas asesorías. Se dio el caso de que el régimen chavista ha continuado atacando esta semana al expresidente Barack Obama. Está por verse cuánto le dura la paciencia a un gobierno caracterizado por su explosividad, por la división entre leales y traidores a su causa y su acentuada postura antiestadounidense.