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Lleva Robert Pattinson "The Lost City of Z” a la Berlinale
Los británicos Charlie Hunnam y Robert Pattinson se adentraron en la jungla sudamericana siguiendo las órdenes de James Gray en "The Lost City of Z", la película que hoy se presentó en la Berlinale en una de las galas especiales del certamen alemán.
Pattinson, ídolo de fans adolescentes desde que hizo la saga "Crepúsculo", intenta dejar atrás esa fase de blockbusters con trabajos cinematográficamente más desafiantes.
"Me atraen trabajos como este. No te dan muchas oportunidades todos los días de desaparecer en la jungla y busco trabajos que supongan hacer cosas aventureras", dijo en el Festival de Cine de Berlín, donde acudió junto con Gray y sus compañeros de rodaje, Charlie Hunnam y Sienna Miller.
Gray, convertido con apenas un puñado de películas en uno de los favoritos de la crítica, adaptó él mismo el libro de David Grann sobre el explorador británico Percy Fawcett (Hunnam), que fue enviado a la frontera entre Bolivia y Brasil para hacer un mapa de la zona a principios del siglo XX.
Hunnam, conocido sobre todo por series como "Queer as Folk o "Sons of Anarchy", encarna a este hombre militar ambicioso, que para escalar socialmente se embarca en una misión geográfica a Sudamérica junto con un ayudante, un irreconocible Pattinson, que aparece en pantalla con una barba tupida y anteojos.
Allí cree descubrir los restos de una civilización perdida, a la que denomina "Z" y que se convertirá en la obsesión de su vida.
Lejos de ser una película de aventuras, "The Lost City of Z", que fue rodada en la región fronteriza entre Colombia y Venezuela porque la zona en la que estuvo Fawcett son ahora campos de soja, expone en pantalla la ambición de un militar que quería escalar socialmente a través de esta misión que le llevó a vivir alejado de su familia durante años, así como escapar de una sociedad clasista con el reconocimiento que un descubrimiento le hubiese aportado.
Tras leer "The Lost City of Z: A Tale of Deadly Obsession in the Amazon", de Grann, a Grey lo que más interesó es cómo Fawcett se sentía fuera de lugar en la sociedad en la que vivía y le llamó la atención el poder la pertenencia a una clase y cómo ello definía el destino, los deseos y el futuro de una persona. "Y eso es ahora más relevante que nunca. Más que nunca tenemos que recordar que todos estamos hecho de la misma pasta".
El director, aplaudido por títulos como "Little Odessa" o "Two Lovers", comentó que no quiso hacer una película antropológica sino abordar cómo intenta escapar una persona de todas las barreras sociales.
Esa aspiración también la compartió la esposa de Fawcett, (Sienna Miller) una mujer valiente y moderna que comprende las ambiciones de su marido, aunque eso la condenara a vivir durante años sin él, a criar a sus hijos sola e incluso permitir que su hijo (Tom Holland) acompañara a su padre a buscar a la civilización perdida, un viaje del que nunca regresaron.
"Es un relato honesto de cómo eran las mujeres entonces. Me gustó lo moderna que era. Ella es muy fuerte, contemporánea y liberada, luchó contra las barreras de la sociedad", dijo Miller.