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Surrealismo en Egipto se reencuentra con el "Guernica" 80 años después
Más de un centenar de obras del colectivo egipcio de artistas surrealistas Art et Liberté se exponen, por primera vez fuera de ese país, en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde casi 80 años después se han reunido de nuevo con el "Guernica" de Picasso, que ilustró el manifiesto de este grupo en 1938.
"Art et Liberté: ruptura, guerra y surrealismo en Egipto (1938-1948)" es el título de esta exposición que acogerá desde mañana y hasta el próximo 28 de mayo el Museo Reina Sofía, la primera retrospectiva que se realiza de este grupo y que, tras pasar por París y Madrid, viajará posteriormente a Düsseldorf (Alemania) y Liverpool (Reino Unido).
Este grupo de artistas y escritores radicados en El Cairo se fundó en los albores de la Segunda Guerra Mundial involucrándose en la lucha contra el fascismo a partir de la publicación de su manifiesto "Viva el arte degenerado", que fue ilustrado con el "Guernica".
El director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, destacó hoy en la presentación de esta exposición, comisariada por Till Fellrath y Sam Bardaouil, la búsqueda de un realismo subjetivo por parte de este colectivo "con formas que nos remiten al relato, que siempre tiene que ver con la imaginación".
Y es que uno de los rasgos definitorios de Art et Liberté era la estrecha correlación entre la palabra escrita y la imagen pictórica, señaló Borja-Villel.
El lenguaje surrealista permitió a este grupo de artistas plasmar composiciones de cuerpos fragmentados a través de pinturas con figuras humanas deformadas o distorsionadas para representar las extremas desigualdades económicas de El Cairo en los años cuarenta.
Este lenguaje está presente en las obras de Antoine Malliarakis, conocido como Mayo, un artista egipcio de ascendencia greco-francesa del que se pueden ver en la exposición pinturas como "Bastonazos".
Los artistas surrealistas expresaban así su contraposición con los estilos más conservadores y la tendencia academicista y nacionalista del arte burgués predominante en aquella época en El Cairo.
Según Fellrath, esta exposición supone la primera ocasión en la que en un espacio público puede verse el arte surrealista en Egipto, ya que la mayoría de las obras se encuentran en colecciones privadas.
Aunque no se trata de una exposición "política", indicó este comisario, se puede observar cómo este grupo de artistas idealistas quería cambiar el mundo.
El movimiento Art et Liberté, explicó Sand, representa una nueva forma de realismo subjetivo, ya que, aunque defendían la libertad del artista para escoger materiales y temas, apostaban por la conexión con la realidad para conseguir la revolución a través del arte.
Los miembros del colectivo creían que el surrealismo era esencialmente un llamamiento a la revolución social y moral, además de un movimiento artístico.
La exposición recoge también muestras de la fotografía de los artistas de Art et Liberté, que hicieron uso de técnicas como la solarización y el fotomontaje para realizar imágenes absurdas en la que exploraban la deconstrucción de la forma humana.
Los comisarios destacaron también el papel que este movimiento otorgó a la mujer, que contó con mecenas como Marie Cavadia y Lee Miller, en cuyas casas pusieron en contacto a los artistas del grupo con otros surrealistas internacionales.
Así, explicaron, esas mujeres contribuyeron al marcado enfoque feminista tanto de publicaciones como de las artes visuales, de tal forma que el tema de la prostitución fue protagonista de muchas pinturas.
En ellas, el cuerpo de la mujer se presenta roto y deformado, una imagen que se convirtió en un espacio de protesta social y artística.
El internacionalismo de este movimiento es otra de las características destacadas por los comisarios de la exposición, que recalcaron cómo se trata de una nueva forma de entender el surrealismo y de la necesidad de prescindir de la visión de un arte de la periferia frente al de Europa