Que no haya aumento ahora, no significa que no habrá a futuro: Pemex

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Que no haya aumento ahora, no significa que no habrá a futuro: Pemex

José González Anaya
Explicó que los ajustes que se tomaron en enero generaron excedentes que permitieron al gobierno tomar la determinación de mantener los precios durante los próximos 15 días

Ciudad de México. El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio Anaya, dijo que la razón por la cual el gobierno decidió no aumentar este fin de semana el precio de las gasolinas, aunque sí había la necesidad de hacerlo, fue por la “enorme volatilidad” que prevalece en las variables que determinan el precio de los combustibles, especialmente el tipo de cambio, pero enfatizó que aunque no haya habido aumento ahora, no significa que no los habrá en el futuro, pues el proceso de liberalización continúa.

Explicó que los ajustes que se tomaron en enero generaron excedentes que permitieron al gobierno tomar la determinación de mantener los precios durante los próximos 15 días a través de aumentar el estímulo fiscal de manera temporal.

“Empezamos a calcular cual sería el ajuste en el precio de las gasolinas en los últimos 15 días y la volatilidad es enorme. Sin embargo los movimientos en el precio de la gasolina tienen un impacto directo en la economía y lo que queríamos esperar era ver cómo esta volatilidad iba convergiendo hacia un nivel más adecuado y de ahí entrar al proceso de liberalización”, señaló.

En entrevista radiofónica el funcionario indicó que se trata de “un proceso de mitigación de las fluctuaciones” sobre todo en el tipo de cambio, el cual hace una semana estaba en 22 pesos por dólar y hoy está cerca de 20.5.

“Si hubiéramos fijado el precio en base a 22 hubiéramos tenido que tener un aumento bien gran de que de ahí se hubiese regresado”.

Reconoció que el proceso de liberalización de precios no va a ser fácil porque el país está acostumbrado a tener un solo precio de gasolina en todo el territorio y que éste se mantenga fijo por periodos muy largo de tiempo, lo cual va a cambiar.

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Agregó que pues aunque el país produjera toda la gasolina que consume aquí lo que determina los finales que los consumidores pagan por la gasolina son los precios internacionales del petróleo y el tipo de cambio y el que México tuviera mayor capacidad de refinación  afectaría la balanza de importaciones y exportaciones pero no el precio.

“La razón por la que no nos afecta el precio es este ejemplo, los aguacates en Michoacán no se regalan, aunque se produzcan ahí, tampoco los tomates en Sinaloa, sí son un poquito más baratos porque nos ahorramos el costo del transporte y toda esta apertura va a llevar a México a tener una infraestructura de transporte y almacenamiento que sea acorde con nuestro nivel de desarrollo”.

Agregó que “desgraciadamente” la gasolina es un producto que se comercializa en todo el mundo y tiene un precio y que desviarnos de ese precio hacia abajo tendría un costo enorme y casi impagable de 200 mil millones de pesos.

“Aunque es poco popular es lo responsable y lo responsable es ir reflejando el precio de lo que cuesta esto. Su insumo principal es el petróleo, podemos discutir más o menos refinerías pero el insumo y el costo principal de la gasolina es el costo del petróleo.

Añadió que los únicos países que tienen un precio administrado por el gobierno en el continente son Bolivia, Ecuador y Venezuela en Asia corea del Norte, “eso nos da una idea de cómo nos tenemos que ir moviendo.