ESTIMADA ANA:
 Hola estimada Ana, tengo casi 65 años y soy madre de dos hijos, la mayor tiene 42 y el menor 37. Cuando estaba pequeño, él sufría mucho de las vías respiratorias y con el tiempo desarrolló asma. Por lo mismo, siempre era el centro de atención, nosotros lo consentíamos mucho porque durante muchos años estaba en tratamiento.

 No solo para nosotros lo era, sino para mis hermanos, cuñados y mis sobrinos, pues es de los más pequeños de la familia. Siempre fue un bueno niño, muy noble, bueno y bien portado, pero desafortunadamente ahora que es un adulto me doy cuenta que para muchos aspectos de su vida no tiene carácter para afrontar ciertas situaciones. 

Muchas veces se ha metido en problemas porque no tiene su propio criterio, hace lo que los demás le dicen y no es capaz de pensar por si mismo.  Tanto mi hija como nosotros sus papás, le hemos ayudado a salir de algunos problemas en los que se ha metido, incluyendo cosas personales.

 Hace un año y medio empezó a salir con una muchacha y al poco tiempo decidieron ir a vivir juntos. Al principio no estuve muy de acuerdo, pues hubiera preferido que antes se casaran, pero usted, sabe, ahora los muchachos parece que hacen todo al revés.

 Pero le soy sincera, yo me alegré mucho, se veía buena y que se llevaban bien. Se notaba que al principio todo iba bien entre ellos hasta que hace unos meses me di cuenta que ella lo comenzó a poner en contra de nosotros.

 Una vez los vi discutiendo y ella actuaba demasiado exaltada, con mucho coraje y me hizo pensar que tuviera algún problema grave, que la lleva a reaccionar de esa manera sin controlarse.

 Me ha tocado ver también que muchas veces habla de forma ofensiva, con menosprecio, además, siempre está sin trabajo y ella misma dice que no aguanta en ningún lado porque le tienen envidia. 

Ellos han tenido discusiones fuertes al grado de que un par de veces lo ha corrido de la casa, hasta nos ha llegado a llamar para que vayamos por él si no quiere que duerma en la calle. Para nosotros como papás todo esto nos genera impotencia, nos da coraje que mi hijos permita que suceda todo eso.

 Un día le dije a mi hijo lo que pensaba de ella y me contestó que tiene un carácter fuerte, pero que cuando está bien, ella se porta muy cariñosa  con él y que es muy buena.

 Cuando escucho a mi hijo, he llegado a pensar que ella lo amenaza y maltrata psicológicamente, aprovechándose de su carácter. No sé cómo actuar, como papás, nos sentimos realmente tristes y preocupados. Le agradecería que nos diera un consejo para poder ayudar a nuestro hijo.  

Rosa.

ESTIMADA ROSA:
Es normal que cada pareja tenga sus propias reglas y maneras de comportarse, pero lo que es intolerable dentro de cualquier relación es que exista violencia o maltrato, ya sea físico o psicológico; independientemente de quien sea el agresor.

 Pero es lamentable que cuando se dan casos de este tipo, la mayoría de las personas involucradas aceptan y se niegan a terminar con la relación, se da una dependencia emocional que casi siempre tiene que romperse con la ayuda de un profesional.

 Es importante que pidan ayuda profesional y al menos, convenzan a su hijo que se atienda y se de cuenta lo más rápido posible que esa relación no es lo mejor que hay para él, que no tiene por qué soportar malos tratos de nadie.

ANA