WASHIGTON.- El grupo japonés Takata se declaró culpable de fraude, por lo que deberá pagar una multa de mil millones de dólares en Estados Unidos por el caso de sus airbags defectuosas, de acuerdo con el departamento de Justicia.

La multa ayudará a cerrar las acusaciones de que Takata entregó informes “manipulados y fraudulentos” para disimular los defectos en sus bolsas de aire, los cuales, se sospecha que causaron la muerte de 15 personas, 11 de ellas en EU.

La mayor parte del dinero que la compañía acordó pagar se destinará a los fabricantes de automóviles que compraron las bosas de aire de la empresa y que han tenido que pagar para repararlos.

Takata llevará a cabo reformas significativas y estará en un periodo de prueba condicional durante tres años bajo la supervisión de un monitor independiente.

Este viernes también fueron inculpados tres exejecutivos del fabricante nipón como resultado de una investigación de la compañía, según documentos judiciales.

Shinichi Tanaka, Hideo Nakajima y Tsuneo Chikaraishi están acusados de “conspiración” por intentar disimular el grave defecto de las airbags que han sido utilizadas a gran escala por numerosos fabricantes estadounidenses y extranjeros, según el acta de acusación fechada en diciembre y divulgada la semana pasada.