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Aprueba Congreso remover a Maduro; los ignora y sigue
CARACAS.- En Venezuela, el poder legislativo y el ejecutivo avanzan por caminos separados.
Mientras Nicolás Maduro y su gente más cercana gobiernan con su particular idea de país, el Congreso dominado por la oposición genera leyes y vota acuerdos que se ignoran en la práctica.
El más reciente enfrentamiento entre los dos poderes tiene que ver con la intención de sacar del poder al presidente Maduro.
Ayer, el Parlamento venezolano declaró, por mayoría, amplísima; el "abandono de cargo" de Nicolás Maduro; pero eso no le mueve un pelo ni lo moverá un centímetro del Palacio de Miraflores.
El Tribunal Supremo revolucionario (TSJ), a las órdenes del "hijo de Chávez", mantiene desactivada a la Asamblea Nacional, sin poder legislativo, sin presupuestos y amedrentada.
Así se lo recordó ayer antes de empezar el pleno, al ordenar "abstenerse de continuar el procedimiento de declaratoria de responsabilidad política y, en definitiva, de dictar cualquier tipo de acto que se encuentre al margen de sus atribuciones constitucionales".
EN TONO BURLÓN
Tanto seguro estaba Maduro de su invulnerabilidad, que se permitió bromear horas antes de la votación parlamentaria. "No sé si todavía soy presidente. Elías (Jaua, nuevo ministro de Educación), llama a Julio Borges (nuevo presidente de la Asamblea), para ver qué dice él", ironizó el primer mandatario.
Diputados opositores defendieron el abandono de cargo de Maduro apoyándose en los desastres de su administración. "Abandonó el cargo cuando convirtió la nuestra en una economía de guerra. Venezuela está al borde de una hambruna", alegó Juan Pablo Guanipa.
" El gobierno es fallido y forajido, en el abandono de cargo", explicó el expresidente Henry Ramos Allup.
Los discursos fueron inútiles, pero no necesariamente falsos. Maduro camina por su senda y nada pasa. La gran pregunta es qué pasa ahora, de qué sirve el acuerdo de ayer.