El Cairo.- Un total de 3,943 civiles fallecieron en Siria en 2016 por ataques de la aviación rusa en ese país, según un recuento publicado hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Entre las víctimas mortales hay 979 menores de edad y 557 mujeres, además de miles de heridos, cuyo número no especificó la ONG.

El lanzamiento de bombas y misiles obligó a miles de familias a abandonar sus viviendas, localidades y ciudades, añadió el Observatorio.

Además, 4,671 combatientes fueron abatidos por la aviación de Moscú, 2,315 de ellos pertenecientes a las facciones armadas opositoras e islamistas, incluido el Frente de la Conquista del Levante (exfilial siria de Al Qaeda), y 2.356 miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI).

El recuento del Observatorio incluye el periodo entre el 1 de enero de 2016 y el 1 de enero de 2017, y abarca todo el territorio sirio.

El Observatorio denunció que Rusia ha empleado en Siria bombas de racimo del tipo RBK-500 ZAB 2.5 SM -que contienen un material denominado termita y causan quemaduras porque entran en ignición durante 180 segundos tras ser lanzadas- y también otros proyectiles más pequeños del tipo AO 2.5 RTM.

La aviación rusa comenzó su intervención en Siria el 30 de septiembre de 2015 en apoyo del Gobierno del presidente Bachar al Asad y alegó que su operación tiene como objetivo a los grupos terroristas que operan en Siria, como el EI.

Según un recuento difundido el pasado 31 de diciembre por el Observatorio, más de 60,000 personas perdieron la vida en 2016 en Siria, 13,617 de ellos civiles y 8,130 combatientes de la oposición armada.