San Francisco.- Los detractores de Apple los acusan de ser los reyes del márketing, como si eso fuese algo malo. Su último objeto de deseo, les da la razón. Venden un producto a 299 dólares, solo en algunas de sus tiendas y se ha agotado antes de que llegue la Navidad. Si fuese el último gadget tecnológico se podría acusar a la cadena de montaje en China, a los proveedores, o al coste de ciertos componentes, pero en esta ocasión no encaja ninguna de esas excusas. Apple ha agotado un libro. Sí, un libro. Ni un reloj, ni una tableta, tampoco un móvil… “Diseñado por Apple en California”, la etiqueta que distingue a todos los productos de la manzana, es el título del objeto más buscado esta Navidad en Silicon Valley.

Su autor es, en gran parte, el culpable de nuestro amor por los productos de la manzana, Jony Ive. En sus páginas, con abundante material gráfico y formato coffee table, se hace un repaso a los últimos 20 años de creación de productos en Cupertino.

Ive, oficialmente, es el máximo responsable de diseño de Apple, no solo de sus pulidos productos, sino de toda la imagen. Aunque no es el arquitecto del nuevo campus, cuyo estreno será en 2017, sí ha supervisado y autorizado su apariencia. De su mente salió la icónica tienda de la Quinta Avenida de Nueva York o el nuevo sistema de local, al que denominan avenida, que se estrenó este año en Union Square de San Francisco.

Su currículum es una colección de premios y atesora más de 5.000 patentes. En 2012 fue nombrado Caballero de la Orden Británica, por lo que el tratamiento que recibe es el de Sir. Formalidades aparte, es habitual encontrarle en presentaciones y conferencias de desarrolladores de Apple en vaqueros, camiseta y mochila al hombro dialogando con asistentes. Se siente cómodo en los corrillos, pero no consigue superar su alergia a los focos y hablar en público.

Dentro de Apple es una de las leyendas que, a pesar de los muchos cambios en la empresa, se ha mantenido fiel a Tim Cook. Se le considera el guardián de las esencias de Steve Jobs. En la biografía sobre el mago de Apple de Walter Isaacson se relata cómo surgió una conexión especial entre ambos. Jobs acababa de volver a Apple tras su paso por Pixar. En su reconquista necesitaba reconectar con la empresa que había dejado dos décadas atrás. Hastiado por la falta de talento, su estado de ánimo cambió por completo cuando, por fin, dio con un alma gemela.

A partir de entonces fluyó la magia, llegaron los récord de ventas, la revolución del iPod, la del iPhone… Apple despegó. Juntos crearon nuevos prototipos, jugaron en una sala de acceso restringido donde todavía se guardan las últimas ideas del padre de la empresa como legado de futuro. Como ejemplo de estas ideas sin finalizar pero llenas del espíritu del fundador basta citar el Apple Watch.

La obra consta de 450 fotografías de Andrew Zuckerman con los productos lanzados entre 1998, cuando se puso el sello por primera vez, hasta la actualidad. A través de las páginas se explora el proceso de mejora, creación, ensamblaje y mejora de sus objetos. Desde el prototipado a la presentación en tienda.

Como no podía ser de otro modo, está dedicado a la memoria de Steve Jobs. Se vende por Internet, pero no en España, México o Brasil, y solo en algunas de sus tiendas físicas. Precisamente en las más icónicas de Estados Unidos.

El libro ya era de culto el mismo día en que se anunció, pero sigue resultando difícil justificar el precio ante alguien que no sea un fan declarado de Apple.