CDMX.- El posicionamiento entre la opinión pública de frases como "frijol con gorgojo o ese avión no lo tiene ni Obama" no son obra de ningún publicista o mercadólogo, aseguró Andrés Manuel López Obrador, dirigente de Morena.

Ambas frases, explicó el excandidato presidencial, fueron recogidas del sentir de la gente y no porque algún publicista "me lo haya recomendado" para ganar aceptación entre la ciudadanía, tal y como se acostumbra en la actualidad con el fin de ganar votos, aunque no se cumplan los ofrecimientos prometidos.

De acuerdo con López Obrador, no todos los políticos actúan de esa forma porque, en su caso, lo importante es comprender la problemática de las personas y cómo la describen.

“Los publicistas ahora manejan todo lo que es la psicología y encuestas y se van a los sentimientos; entonces le recomiendan a los candidatos tú vas a decir esto porque esto te va a dar votos, y ahí van los candidatos a decir cosas porque se los recomendaron sus asesores, publicistas; yo les quiero decir que no todos actuamos así, a mí no me dijo un publicista sal a decir que ese avión no lo tiene ni Obama, eso salió del pueblo, yo recojo los sentimientos de la gente, no los publicistas, no salió lo del frijol con gorgojo de una agencia de publicidad", apuntó.

Aún cuando, López Obrador dejó en claro su discrepancia con el actuar de los publicistas y sus recomendaciones a los políticos, expresó su deseo de que, en el caso del arribo de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos el próximo 20 de enero del 2017, las amenazas lanzadas en agravio de los migrantes mexicanos no se cumplan y sean más el producto de una campaña política que un ejercicio de Gobierno.

“No es así muy sencillo hablar de construir un muro de tres mil kilómetros, lo que pasa es que al calor de las campañas se dicen cosas y, a veces y en este caso, ojalá y no se cumpla, qué bien que así suceda, ya al momento de llevar las cosas a la práctica, ya es otra la realidad", expresó.

Aclaró, sin embargo, que no es partidario de que siempre exista un divorcio entre lo que se promete en campaña y lo que se hace al llegar al gobierno, aunque suele pasar frecuentemente.