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Marchas antigubernamentales se tornan violentas en Brasil
SAO PAULO.- Miles de brasileños salieron de nuevo las calles en 13 ciudades para protestar contra la medida que restringe el gasto público aprobada en el Senado, en una jornada en que también mostraron su hartazgo por los casos de corrupción revelados recientemente.
A pesar de que la jornada de protestas fue convocada por movimientos sindicales y sociales para expresar su descontento por el duro ajuste fiscal promovido por el gobierno del presidente Michel Temer, las concentraciones canalizaron la crispación de la población por un sistema político salpicado a cada semana de nuevos escándalos de corrupción.
Los manifestantes expresaron su rechazo a la enmienda constitucional aprobada en segunda y última votación en la Cámara Alta, por 53 votos a favor y 16 en contra, que limita el aumento del gasto público en las dos próximas décadas y lo supedita a la inflación del año anterior.
Su reclamo principal es que esa medida, con la que el Ejecutivo de Temer pretende equilibrar las cuentas públicas de la débil economía brasileña, supone un recorte en los presupuestos de áreas sensibles como educación, sanidad o atención a la población más desfavorecida.
Desde primera hora de la mañana, Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, albergó varias manifestaciones, aunque la más multitudinaria se produjo a última hora de la tarde cuando unas 4 mil personas ocuparon la emblemática Avenida Paulista, ubicada en pleno corazón financiero de la capital paulista.
Los participantes portaron carteles con mensajes del tipo “Fuera Temer” o “Volta presidenta”, en referencia a la exmandataria Dilma Rousseff, destituida de su cargo el 31 de agosto, por el Senado tras un juicio político.
En medio de la protesta, un grupo de personas intentó invadir la sede de La Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), pero, ante la imposibilidad de acceder al interior, la atacó con diferentes objetos y destruyó parte de la fachada del edificio.