Trabajo y salud piden saltillenses a la Guadalupana

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Trabajo y salud piden saltillenses a la Guadalupana

Devoción. Al festejo de la Virgen de Guadalupe acudieron miembros de un coro de Monterrey, Nuevo León. Héctor García
Unos acuden a agradecer a la Morenita y otros a lanzarle peticiones que los acongojan
Saltillo es una ciudad que padeció mucha violencia y piden que sus hijos no se involucren en situaciones de ese tipo porque traen dolor a la familia y a la ciudad”.
Matías Herrera Eusebio, sacerdote.

Cientos de saltillenses se abarrotan cada minuto en la entrada al Santuario de la Virgen de Guadalupe. Entre puestos de enchiladas y discos de música grupera, los feligreses no paran de entrar al templo para agradecer los favores recibidos por la Morenita y también pedir para conservar su trabajo. 

El sacerdote Matías Herrera Eusebio, encargado de Pastoral Juvenil del Santuario de Guadalupe, estima que cada hora que se oficia misa este 12 de diciembre, entre 800 y mil personas acuden a visitar a la Virgen María. 

Religión. Personas entran y salen del Santuario de la Virgen de Guadalupe, escuchan misa y recorren los puestos aledaños al templo.

“Todas las misas que hemos tenido están llenas, es una gran multitud que a mí me llena de mucho gusto porque no había visto algo así en una ciudad como lo que está pasando aquí. 

Hace cuatro años lo viví en la Basílica de Guadalupe, cuando aún era estudiante de Teología, y era un monstruo de gente que visitaba a la Virgen. En cambio, en Saltillo estoy viendo un fenómeno de una ciudad que es más chica que Monterrey pero que es una cantidad de gente, increíble”, expresó Herrera Eusebio. 

Las peticiones a la Virgen no únicamente son para conservar el empleo, sino que aquellos que han sido despedidos se encomiendan para conseguir un nuevo trabajo, pues los gastos del hogar y otros cotidianos, a veces “ahorcan” los bolsillos de los saltillenses. 

“Los feligreses piden que nuestra Madre los ayude en la enfermedad y en sus hijos, porque Saltillo es una ciudad que padeció mucha violencia y piden que sus hijos no se involucren en situaciones de ese tipo porque traen dolor a la familia y a la ciudad”, dijo el sacerdote. 
Aunque los tiempos de violencia terminaron hace algunos años en la capital de Coahuila, los párrocos insisten en que no se debe confiar. 

En los últimos días en que ha permanecido abierto el Santuario de la Virgen de Guadalupe se han acercado aproximadamente 20 coros de diferentes iglesias que buscan mostrar su devoción en este día. Uno de los grupos musicales ha decidido viajar desde Monterrey para cantar en la misa de las 11:00 horas. 

Saltillenses disfrutan de la comida que se vende en la fiesta a la Morenita: enchiladas, churros, tamales, champurrados, entre otros productos.
Todas las misas que hemos tenido están llenas, es una gran multitud que a mí me llena de mucho gusto porque no había visto algo así en una ciudad como lo que está pasando aquí”.

Aunque los jóvenes encargados de la logística del lugar insisten en que el acceso lateral es únicamente para salida, los feligreses se aferran en ingresar por esa puerta también, lo que ocasiona un caos para entrar y salir de la parroquia. 

A la salida las familias saltillenses buscan un lugar para comer cualquier antojito, comprar almohadas, cuadros de la Virgen, flores, veladoras, ropa o subirse a los juegos mecánicos que están instalados en la calle lateral al templo. 

Es un día de fiesta para los saltillenses, una fecha de júbilo y esperanza para quienes creen que lo han perdido todo.