Victimizada y dejando entrever una manipulación en Los Pinos, así fue como  Angélica Rivera, la Primera Dama fue descrita por Raymundo Riva Palacio al realizar un análisis del artículo que Vanity Fair le dedicó en su última edición del 2016.

Sabina Berman, autora del texto, intentó dar a conocer el “verdadero rostro de Angélica Rivera” a través de una recopilación de comentarios y opiniones  -algunos de forma anónima- sobre la vida de la primera Dama, destapando así “un blindaje que luce muy distinto dentro que fuera de él” dio a conocer la revista de talla internacional a través de un adelanto de su edición.

De acuerdo a Berman, Rivera reconocería sus límites, por esta razón no habría asumido más de un año el cargo honorario de Primera Dama en el DIF, dando vuelta a la hoja en este capítulo “La Gaviota” se dedicó a acompañar al Presidente en sus giras internacionales o pasear por su cuenta.

Miami, Rodeo Drive o Beverly Hills son uno de los puntos donde Rivera se ha dejado ver públicamente, este último lugar cuenta con una de las calles más caras del mundo, por sus boutiques; en las páginas de Vanity Fair aseguraron que en ninguno de los viajes tanto personales como oficiales, la Primera Dama no habría sido del todo discreta, “en medio de la crisis de la ‘Casa Blanca’ en noviembre  de 2014, tan pronto llegaron a Brisbane, donde Peña Nieto iba a participar en la cumbre del G-20 ella se fue un par de horas a divertirse a un bar” resaltó Riva Palacio en su columna del Financiero. 

CASA BLANCA
Pero de acuerdo al periodista, en el texto de Berman se probaría el control desde el interior de los Pinos cuando la primera Dama se enfrentó a un episodio que aparentemente habría sido en contra de su voluntad: la explicación de la Casa Blanca.

Detalles íntimos sobre ese día habrían sido revelados con detalles específicos a Berman “Bajó por la escalera monumental de mármol al piso de oficinas de la Casa Alemán -la residencia presidencial- llevando en la mano dos hojas escritas en su letra, y entró al salón donde la esperaban el Presidente, el secretario de Gobernación y un cortejo de hombres de trajes oscuros y corbatas azules y rojas. Una hora después cuando salió de aquella junta, llevaba en la mano otras hojas, escritas a máquina” reveló la editorial.

A través de sus letras Berman expuso lo que para la Primera Dama habría representado “el peor libreto en la historia” ante las cámaras de televisión, en lo que fue calificado como un sacrificio de Rivera a la opinión pública, hecho del que desde ese momento no se ha podido levantar según la publicación de la revista donde se revelan otros dos ejemplos de los desaires y desconexión entre el público y la primera dama del País. 

Con información de agencias