¿Es empleador? Acá encontrará ideas para que la vestimenta de sus empleados sea adecuada

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¿Es empleador? Acá encontrará ideas para que la vestimenta de sus empleados sea adecuada

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Crear y hacer respetar políticas de vestimenta y aseo en el local de trabajo puede ser un desafío

Crear y hacer respetar políticas de vestimenta y aseo en el local de trabajo puede ser un desafío.

Algunas empresas cuentan con políticas que categorizan todo y son bastante restrictivas, mientras que otras tienen poco y nada en materia de orientaciones, lo que resulta demasiado permisivo. En lo que atañe a las políticas de vestimenta y aseo, la clave es ser equilibrado y práctico.

El lugar de trabajo está pasando por una lenta transición, de ser un sitio donde se espera que cada miembro del personal use un blazer a convertirse en un lugar donde los empleados pueden vestirse según las últimas tendencias. Según un estudio reciente del Mountain States Employers Council sobre millennials, el ambiente laboral ideal comprende la capacidad de expresarse en el trabajo. La Generación Y está influyendo sobre la idea de equilibrio y practicidad al desear menos rigidez con el aspecto profesional, pero sin dejar de tener una idea de lo que se espera.

Para aquellos empleadores que deseen mantenerse al tanto de cómo manejar las políticas de vestimenta y aseo, aquí van algunos tips diplomáticos para tener en cuenta a la hora de enfrentar este tema ambiguo.

Tenga en cuenta la cultura: los empleadores deben pensar en qué tipo de empleados desean contratar y retener. Es importante determinar qué clase de consistencia se desea entre los empleados. Como empleador, ¿desea encajar en la tendencia actual a la vestimenta informal o exigirá un aspecto profesional más clásico? ¿Qué tipo de cultura usted intenta crear dentro de su oficina?

No discrimine: las leyes ahora prohíben la adopción de códigos de vestimenta con sesgos de género, a menos que el empleador también ofrezca un espacio razonable para los empleados según la identidad de género. Los estándares de vestimenta estereotípicos ya son historia, lo que significa que los empleadores deben recordar tratar el tema del vestuario laboral desde un punto de vista general y evitar entrometerse con hombres y mujeres.

Defina el “viernes informal”: esos días, que suelen ser fuente de confusiones, deben contar con una definición clara de qué se acepta como “informal”. Es posible que cada empleado entienda esa palabra de manera distinta, así que depende de los empleadores decidir qué se permite y qué no los viernes. Una buena pregunta para hacer es “¿cuál es la diferencia entre el viernes informal y el atuendo profesional informal para el resto de la semana?”.

Intervenga cuando sea necesario: los empleadores tienen el derecho a intervenir si aparece un empleado con ropa ofensiva o reveladora en el trabajo. Lo mismo se aplica al empleado que necesite un recordatorio amable de mantener un buen nivel de higiene mientras trabaja en una oficina. El objetivo por detrás de este consejo no es denigrar a los empleados, sino crear una sensación de orgullo en una organización.

Recuerde su función: Dar el ejemplo sobre los estándares de vestimenta y aseo de la empresa es parte del trabajo del empleador. Estos deben esforzarse por ser un ejemplo de la ropa que se considera adecuada en un espacio de trabajo. Los empleados deberían poder saber qué clase de código de vestimenta se espera con sólo mirar cómo se viste el jefe.