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Alemania compra la villa de Thomas Mann en California
El Gobierno alemán confirmó hoy la adquisición de la antigua villa del escritor Thomas Mann en Los Ángeles (California), una compra con la que el Ejecutivo de Angela Merkel logra salvar al histórico inmueble de una más que segura demolición para convertirlo en un lugar para artistas e intercambio cultural.
"Me alegra que haya sido posible que Alemania haya podido conservar la casa de Thomas Mann. Esa casa fue algo así como 'la Casa Blanca del exilio' (...), un hogar para muchos alemanes que lucharon por un futuro mejor para nuestro país y que trabajaron por valores trasatlánticos conjuntos", declaró el ministro de Exteriores germano, Frank-Walter Steimeier.
Según indicó el jefe de la Diplomacia germana, la intención de Berlín es reactivar ese espirítu y convertir la vivienda en un punto de encuentro que abogue por la comunicación trasantlántica, siguiendo el ejemplo de la Academia Alemana de Nueva York.
"En un mundo lastrado por conflictos, necesitamos más que nunca lugares en los que se produzca el intercambio cultural y social sin presiones externas", recalcó Steinmeier.
En septiembre, Berlín ya había confirmado su interés por adquirir la vivienda en la que el Nobel de Literatura alemán escribió obras como "José el Proveedor", la cuarta parte de la tetralogía "José y sus hermanos", "Doctor Faustus" o "El elegido", señalando que podría ser utilizada en un futuro como una residencia para jóvenes talentos del mundo del arte.
En aquel momento trascendió que el precio de compra del inmueble rondaría los 12.5 millones de euros (13.3 millones de dólares).
La familia Mann vivió durante diez años, desde que emigró en 1942 huyendo de la Alemania nazi, en esa casa situada en el barrio exclusivo de Pacific Palisades, en la zona oeste de Los Ángeles. El escritor le encargó el diseño de la vivienda al arquitecto de la Bauhaus de origen alemán Julius Ralph Davidson.
Desde hace algún tiempo, una inmobiliaria especializada en propiedades de lujo la había puesto a la venta y dado que no se trataba de un edificio protegido, se temía que un inversor privado pudiese comprar el inmueble con la intención de derribarlo y levantar nuevas construcciones más lucrativas.
Sin embargo, una petición online logró despertar la atención sobre la histórica villa y más de 3.000 personas firmaron a favor de mantener en pie la casa, entre ellas la premio Nobel Hertha Müller.
Está previsto que la casa de Thomas Mann sea gestionada en el futuro de forma conjunta con la Villa Aurora, situada a tan solo unos kilómetros. Este otro inmueble fue propiedad del escritor alemán Lion Feuchtwanger y desde el año 1995 es un lugar de encuentro e intercambio de la cultura germana y estadounidense.