De acuerdo a un sondeo realizado por El Financiero, economistas y expertos en la materia esperan que el Producto Interno Bruto (PIB) de México registre una desaceleración en su crecimiento, logrando una expansión marginal del uno por ciento para 2017, una proyección menguada a la mitad desde su último pronóstico arrojado al final del primer semestre del 2016.

En reacción a la incertidumbre de los mercados globales y a las políticas amenazantes del presidente electo sobre las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos, analistas señalan que el promedio de los pronósticos de ocho instituciones disminuyó de 2.3 a 1.5 por ciento, lo que implica una disminución de 0.75 puntos porcentuales.

De acuerdo a la fuente, el subdirector de análisis económico de Banco Multiva, Cesar Elías, señaló que la economía mexicana podría crecer entre 1.0 y 1.5 por ciento, desde su anterior del 1.9 por ciento estimado.

En la misma línea de revisión del PIB mexicano, la calificadora Moody´s recortó el lunes su pronóstico, del 2.5 al 1.9 por ciento para el 2017, un indicador desfavorable para los inversionistas debido al incremento de incertidumbre sobre la estabilidad económica y el crecimiento sustentable del país.

El Banco de México y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público señalaron un crecimiento de entre el 2 y el 3 por ciento.

Las autoridades mexicanas han señalado que tomarán medidas inmediatas y eficaces para contrarrestar los efectos de la victoria de Trump en la economía mexicana.

La juta de Gobierno del Banco Central permanece en reuniones para delinear la estrategia de política monetaria a implementar para hacer frente a los choques externos.

Analistas indican que el Banco de México podría elevar en un 50 por ciento su tasa de interés referencial este jueves 17 de noviembre, mientras que el titular de Hacienda, José Antonio Meade, ha enviado mensajes alentadores para calmar los ánimos entre los inversionistas, asegurando que el país está en condiciones macroeconómicas y crediticias para enfrentar la crisis.

Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto está en busca de consolidar medidas sólidas en materia de seguridad y comercio exterior con el presidente Barack Obama antes de que entregue el cargo a Donald Trump el 20 de enero.