(Empresas) Fantasmas que no ven

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(Empresas) Fantasmas que no ven

Para la última semana de septiembre, la agenda del gobierno coahuilense fue marcada por una investigación periodística sobre cuantiosos pagos a empresas inexistentes. El 26 de septiembre, el Grupo Reforma publicaba la nota, al poco tiempo casi todos los medios locales la retomaron.

El señalamiento no fue (ni es) menor. Más o menos así comenzó lo que ahora es una crisis en Veracruz. Y si las barbas de tu vecino ves cortar… 

Pero pasaron algunos días y el silencio reinó. Semana y media después le arrancaron un compromiso a quien todavía cobra como Gobernador: se investigaría y en menos de 10 días se enteraría al Congreso (VANGUARDIA, octubre 5 de 2016).

Pero ya se sabe. Al estilo. El compromiso no se cumplió. 

Primero, a manera de comparsa, el Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso habría dicho: “No se pidió nada más un simple resumen de las empresas, se pidió también que trajera información de SAT. Ésa es la razón por la cual el Secretario nos ha pedido que la comparecencia sea la próxima semana” (Milenio, 6, octubre, 2016). La referencia es al Secretario de Finanzas. 

Así: nacen y se junta. Esa “próxima semana” concluyó el 14 de octubre. Pero sería hasta la siguiente, informó el Congreso. 

Ojo: se procedió disminuyendo el asunto, como si de cualquier cosa se tratara. Que un segundo a bordo diera la cara, porque es quien sabe cómo está la cosa, más o menos. Ni la visita del Presidente a tierras estatales fue suficiente para sacar de su bunker al hombre de las finanzas en Coahuila. Mientras tanto, el jefe (su jefe), ya se había lavado las manos. 

Llegó el día y el desenlace no fue muy diferente al esperado. 

Enfriado el tema, poniendo sobre la agenda otros para duplicar el olvido, se dijo lo que ya se esperaba: todo bien, si alguna falla hubo se debió a las leyes y no sucederá de nuevo. 

Dos agregados a la reacción oficial. Por una parte (conocedores del sistema de justicia y su eficacia) se reveló que desde el pasado 4 de octubre la Secretaría había interpuesto una denuncia por simulación equiparable al delito de fraude ante la PGJE. Por la otra, se presentó una iniciativa “antifantasmas”.

Y aquí viene lo interesante: ¡el Congreso reaccionó casi de inmediato! 

Legisladores priístas (así es) advirtieron que esta iniciativa podría ir en contra de la simplificación de trámites, que buscarían el más amplio consenso, que irían paso a pasito. 

Véanse los números del Congreso Local. ¿Cuántas veces, en los últimos 10 años, se ha parado una iniciativa del Ejecutivo bajo el argumento de que no comparten la idea ahí planteada, que buscarán a otros actores? El número se parecerá mucho al cero. 

Una investigación periodística seria, directo a la administración. Un golpe absorbido por un Secretario y el Presidente del Congreso. La puesta en escena de “algo vamos a hacer” y la contraparte “lo analizaremos seriamente”, para que al final nada suceda. Todo queda en casa, entre los mismos. 

Lo de las empresas no son los únicos fantasmas que no se ven desde las oficinas de la autoridad. O de la clase política, para acabar pronto. Muchos temas arden, están pendientes, funcionan a fuerza de cómplices y no por capacidad. Fosas clandestinas, clínicas sin medicamento, deudas no aclaradas. De todo hay bajo el tapete. Es la casa del espanto. 

Finalmente, es la palabra empeñada del Gobierno la que, como los fantasmas, resulta invisible.

@victorspena