Cuentos del inframundo
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Cuentos del inframundo
Es octubre (digo, por si no se había percatado) y aunque el clima diga lo contrario, ya es otoño, ya el cielo nos regaló la más bella de las lunas, una que parecía un gigantesco queso menonita (me pregunto si menonitas y selenitas comparten sus recetas).
“¡Qué bonito decoraste! ¡Con telarañas artificiales y todo!”, me dicen y yo no tengo corazón para sacarlos de su engaño, pero ya prometo pronto pasarle un plumero por toda la casa.
Muy apropiados para esta época resultan los cuentos y poemas góticos de Edgar Allan Poe, los libros de horror-ficción de H.P. Lovecraft, los best sellers de Stephen King o, bien, las pelis de la saga “Crepúsculo” (encienda una fogata con ellas y reúnanse todos alrededor del fuego a contar historias de aparecidos, de desaparecidos o de cualquier cosa que sí dé miedito).
No debe ser coincidencia que el día consagrado a la Muerte en las culturas prehispánicas esté muy próximo en el calendario a la noche de todas las ánimas de los celtas de donde deriva la Noche de Brujas. Se dice que son días propicios para que los entes del Más Allá crucen al mundo de los vivos, no porque les encante estar aquí, sino porque sólo en las tiendas de nuestra dimensión les hacen efectivos sus vales de despensa.
Hoy es un día importante, pues se estrenan como promesas literarias en el género fantástico y del horror los secretarios Ismael Ramos y Víctor Zamora, de Finanzas y Gobierno respectivamente.
Apenas el 5 de octubre, el Gobernador del Estado dijo que en un plazo no mayor a los 10 días se aclararía todo lo referente a presuntos contratos y pagos multimillonarios a empresas fantasma.
El Góber, por supuesto, no fue capaz de hacer ningún pronunciamiento porque “son muchos proveedores”, pero nos ofreció a “Lito” Ramos para que le hicieran un roast en el Congreso.
Pero claro, estando el Poder Legislativo al servicio del Ejecutivo, en vez de una comparecencia real del hombre que maneja las “sanas” finanzas del Estado, lo que nos espera es un montaje más chafa que las “Vacaciones del Terror” con Pedrito Fernández.
Y allá acudirá hoy este Gutierritoz del Poder a poner su carota y a defender lo indefendible, a tragar camote (que ése es el chiste de la política) y a esgrimir razones ridículas para justificar lo que no se necesita ser un genio para determinar que está chueco.
Ya quiero saber cómo este artífice contable al servicio de Satanás hace para darnos una explicación plausible sobre lo que nos vino a dar a conocer un trabajo periodístico, no así la transparencia de la que tanto presumen.
Qué nos puede decir “Lito” sobre las empresas fantasma. Aquí tres posibles argumentaciones:
1. “No son empresas fantasma porque los fantasmas no existen. Así que ya no estén chingando, please. FIN”.
2. “Bueno, sí le pagamos 160 millones a un puñado de empresas fantasma, pero ya le hablamos al Exorcista, a Beetlejuice y al Padre Gofo para que ahuyenten a todos los espíritus chocarreros del padrón de proveedores”.
3. “O sea, sí son empresas fantasma y eso, pero todo fue nomás una travesurilla de Jalogüín”.
La verdad es que ya nada, nada, nada de lo que pueda decir “Lito” Ramos o cualquier otro defensor de esta administración me puede asombrar. Lo que sí me sorprende es cada día que pasa sin que este Gobierno colapse bajo el peso de su propia corrupción, lo cual es un milagro (claro, un milagro de la diabólica ingeniería priísta, pero un milagro al fin).
Don Ismael “Lito” Ramos tiene que aclarar por qué un montón de empresas que han recibido millones y millones del erario coahuilense ni siquiera tienen un domicilio; por qué muchas prestan bienes y servicios muy distintos a su supuesto giro comercial; tiene que explicar qué se hizo con lo presuntamente adquirido, a quién se benefició, con qué propósito se hicieron dichas compras; tiene que aclararnos cómo se llevaron a cabo las licitaciones correspondientes y además debe esclarecernos por qué nadie en su recochinísima oficina se dio cuenta jamás de estas irregularidades… eso entre muchas, muchas otras cosas.
Pero no dudo, es más, tengo absoluta certeza de que el Secretario tendrá una puntual respuesta para todo, que saldrá avante y que nuestros diputados quedarán más que satisfechos. De hecho, creo que va a salir en hombros y hasta va a resultar que gracias a sus nuevos protocolos “antifantasmas” el Gobierno de Coahuila es digno de encomio y reconocimiento y que gracias a la buena voluntad del jefe del Ejecutivo, hoy tenemos un Estado muy avanzado en sistemas y mecanismos contra la corrupción.
Bueno, póngase a leer algo (digo, además de esta columna) o a ver alguna peli por Netflix en lo que comparece el Contador que vendió su alma al Diablo y nos trae sus jaladísimos cuentos del inframundo.
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