Torreón, Coahuila.- El alcalde Miguel Riquelme dijo que en caso de retirarse del cargo en diciembre para competir por la gubernatura, dejará finanzas sanas en el municipio, no habrá sorpresas ni deudas con los proveedores.

Se está proyectando saldar en este año todos los pagos y en 2017 liquidar la totalidad del pasivo que se generó en esta administración, tal como estaba planeado desde el inicio de su gestión.

En cuanto al pasivo que tiene el municipio a, comentó que prácticamente es el mismo que heredó, de unos 165 millones de pesos, salvo que ahora hay un mayor gasto y más proyectos.

El edil se mostró en contra de solicitar créditos, a pesar de que estaría justificado con la obra que se ha desarrollado en la ciudad y la que está en ejecución; no es necesario, explicó.

Por otra parte, respecto a la resolución de los magistrados del Tribunal Colegiado del Octavo Circuito a favor del Simas en el litigio en contra Ecoagua, dijo que con la cancelación del contrato de concesión, la paramunicipal se ahorrará 600 millones de pesos.

Lo trascendental del caso es que los torreonenses ya no tendrán que pagar por una planta tratadora que nunca funcionó adecuadamente, que nunca dio la calidad de agua para lo que fue contratada, pero además era un contrato a todas luces leonino, firmado en la gestión municipal de Jorge Zermeño Infante.

Lamentablemente fueron más de 700 millones los que se le pagaron, cuando el costo de la tratadora fue 180 millones, pero junto con los intereses, se pagó tres veces más y todavía se adeudaban 600 millones de pesos.

Lo más importante, consideró, es que ahora el municipio ya puede contratar, concesionar o construir, una planta tratadora con la calidad para poder ofertar el líquido a la industria que sigue llegando a la ciudad.