Nobel para Murakami …¿realmente lo vale?

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Nobel para Murakami …¿realmente lo vale?

Polemizan. Haruki Murakami es amado y odiado, más lo primero que lo segundo, aunque quienes lo critican son los que más saben de letras. Foto: Archivo
Las casas de apuestas lo ponen arriba, tiene méritos, claro, pero además muchos fans que lo empujan
"Necesitamos cuatro jueves: el primero, los miembros dan su dictamen; el segundo, cada uno opina sobre los candidatos; el tercero, resumimos y votamos, y el último, se hace el anuncio".
Per Wästberg, miembro de la academia sueca.

Cada año, el penúltimo jueves de septiembre marca el inicio del proceso final para elegir al Nobel de Literatura.

Si hacemos caso a la calendarización que señala el académico sueco Per Wästberg, el nombre del ganador ya lo conocen unos pocos elegidos desde el 5 de octubre; los demás hemos vivido en la incertidumbre… hasta hoy.

Ya en el último mes se perfilaron los favoritos, que conforman una pequeña lista tras la criba de los 200 aspirantes que se tenían a inicios de este 2016.

De esa selección sobrevivieron algunos eternos candidatos y otros que solo figuran. Leyéndola nos queda la sensación de que el Nobel de Literatura es un homenaje al talento con la pluma, en el que se cuelan personajes con talento para otra cosa.

Escritores hay muchos, quizá demasiados, pero como dijo Truman Capote: escribir es divertido, hasta que averiguas la diferencia entre escribir bien y mal, luego se vuelve brutal y alarmante cuando descubres: “la diferencia entre escribir bien y el arte verdadero”.

Y el Nobel debe premiar el arte verdadero, aunque a veces yerra y premia al que apenas escribe bien, en el mejor de los casos; porque ha pasado que recompensa al activismo, a un fuerte liderazgo o a lo políticamente correcto.

Reconocido. Philip Roth es un clásico viviente, a la altura de Mann, Faulkner o Stendhal. Foto: Archivo

VANIDAD DE VANIDADES, DIJO MURAKAMI
Para esta edición suena fuerte el nombre de Haruki Murakami, que vende millones de libros y polariza las opiniones.

El japonés es ejemplo del que escribe bien con momentos de alta literatura, pero le gana la superficialidad enmascarada con títulos grandilocuentes.

Comete además el mayor pecado al escribir, hace del personaje que más se le parece un modelo de simpatía.
Es el ejemplo del escritor vanidoso que critica Vizinczey, crea un personaje al que como a él le gusta el jazz y Raymond Carver y administra un bar y lo envuelve en el misterio para hacerlo dudosamente atractivo.

En Tokio Blues, en Crónica del Pájaro que da Vuelta al Mundo, en Al Sur de la Frontera al Oeste del Sol, en la fallida After Dark, en la flojísima Los Años de Aprendizaje del Chico sin Color, incluso en Kafka en la Orilla, repite lo mismo; un personaje parco, delgado, retraído, supuestamente profundo y mañosamente misterioso, que sin quererlo e incluso negándose a ello, termina seduciendo mujeres etéreas, frágiles y complicadas.
Tanta autocomplacencia cansa, sin embargo, entre párrafos simplones y comparaciones fáciles, intercala páginas muy logradas y en su obra hay libros brillantes.
 
LOS QUE ACOMPAÑAN A HARUKI
Los candidatos de siempre siguen presentes y ahí está Adonis que sí es un poeta mayor y muy influyente, y del que cientos de poemas están en Internet.

El que lidera las apuestas es Ngugi wa Thiong’o, autor prolífico y combativo y que a la manera del Marqués de Sade, escribió su primera novela en el papel de baño que le daban mientras estuvo preso.

EL QUE DEBE GANAR
Y luego está Philip Roth, mi apuesta de siempre. Entrado en los 80 años, Roth se retiró de la escritura en 2012 tras dejarnos novelas definitivas.

Fue brillante desde su primer libro, “Adiós Colón”, donde hacía una sátira de la tradición judía de la que forma parte a sus veintiséis años y fue tal el impacto de su libro, que un rabino de Newark comentaba: “¿Qué está haciéndose para silenciar a este hombre?”.

Da lo mismo qué se hiciera, nadie calló a Roth, que creó personajes y recreó épocas con la misma calidad que Tolstoi, Dostoievsky o Flaubert.

Roth ha ganado todo, menos el Nobel y tampoco es que lo necesite. Tolstoi y Borges no lo recibieron y su obra es un referente mundial en contraparte de los murakamis que premiaron en su momento.

¿Premiarán el arte o el buen oficio?, eso la academia sueca lo revelará hoy.

El top 5

Según el sitio de apuestas Ladbrokes, los favoritos para ganar el premio son:
Ngugi Wa Thiong'o                                  5/1
Haruki Murakami                                     6/1
Adonis                                                     6/1
Don DeLillo                                             8/1
Philip Roth                                             12/1

Más abajo están Bob Dylan, Javier Marías, Ismail Kadare, Joyce Carol Oates, John Banville, Antonio Lobo Antunes y ya muy lejos Margaret Atwood, Karl Ove Knausgard,Salman Rushdie y Cormac McCathy.
 
El caballo negro
Don Delillo genera muchas expectativas, ya que en unas horas se posicionó en el cuarto lugar en el sitio de apuestas, tras un repunte sospechoso. ¿Se filtraría alguna información?