Los iluminados: postales

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Los iluminados: postales

Primera postal

En su Informe Legislativo del sábado pasado, Jericó Abramo, diputado federal priísta, tocó las trompetas bíblicas para intentar derrumbar las murallas priístas que, asegura, niegan la unidad partidista. 

Y amenazó cual profeta frente a un PRI amurallado: “Sólo hay que voltear a ver otros estados que no lograron la unidad”.

“A nosotros (léase Jericó) sí nos (léase Jericó) interesa Coahuila, y nos (léase Jericó) interesa que gane el PRI”. “Ojo con aquéllos que se creen iluminados” (además de Jericó), concluyó.

Segunda postal

¿Qué calefacto a la gubernatura no se siente y actúa como iluminado? Todos sin excepción. Cada uno considera tener el poder sobrenatural de transformar Coahuila desde sus raíces.

El bloque de “la honestidad inmaculada”, integrado por Guillermo Anaya, Gerardo García, Silvia Garza, Isidro López, Luis Fernando Salazar y Marcelo Torres, asegura que la alternancia es la panacea para los males del Estado. Y la megadeuda, la piedra filosofal.

En cambio, el bloque del “pragmatismo descarnado”, constituido por el mismo Jericó Abramo, Hilda Flores y Miguel Riquelme (Alejandro Gutiérrez y Enriquito Martínez, gracias por participar), aseguran que la continuidad priísta es la mejor opción para el futuro de Coahuila. Para ellos, el triángulo de inversión, empleo y seguridad pública construido por el actual Gobernador  será suficiente para triunfar.

Por su parte, Javier Guerrero, imagina ser la opción intermedia entre la “honestidad inmaculada” y el “pragmatismo descarnado”. Y amaga con convertirse en candidato independiente para iluminar, aún más, su estatus de inspirado.
 
Tercera postal

¿Qué mueve a estos profetas, iluminados de luz, para buscar el poder? Lo pregunto porque Coahuila tiene la mayor deuda per cápita del País (12 mil 527 pesos). Y un adeudo total por 37 mil millones de pesos. La inseguridad pública puede regresar en cualquier momento. Y con ésta, la pérdida de inversión y empleo.

¿Impulsará a estos políticos, el amor por su tierra o por el poder?

La respuesta es clara.