Reabren investigación por ‘campo de exterminio’ en Coahuila

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Reabren investigación por ‘campo de exterminio’ en Coahuila

Foto: Especial
Según el periodista Raymundo Riva Palacio, autoridades federales y estatales reabren indagatorias sobre masacre en La Laguna

Saltillo.- Las investigaciones sobre un “campo de exterminio” en La Laguna fueron reabiertas por autoridades federales y estatales, sostiene el periodista Raymundo Riva Palacio en la columna que publica hoy en VANGUARDIA. 

“La semana pasada, tras el recorrido que hicieron periodistas de Eje Central por esa fosa clandestina creada por criminales, se reactivaron las investigaciones”, asegura en su artículo.

El columnista califica al ejido Patrocinio como una fosa clandestina. Esta localidad se ubica en San Pedro de las Colonias.

Allí mismo, VANGUARDIA dio cuenta que han encontrado restos humanos, así como que se presentó una grieta de más de un kilómetro de largo que equivale a a tres veces el tamaño del Estadio Azteca, y 80 metros de ancho. 

Patrocinio puede ser la fosa clandestina más grande que haya en México, pero no la única”
Raymundo Riva Palacio, columnista

“Patrocinio es una fosa clandestina. No es la más grande del mundo, cuyo macabro título se lo lleva probablemente lo que se conoce como ‘La Escombrera’, en Medellín, Colombia, donde el año pasado descubrieron un tiradero de cuerpos en un depósito de desechos. Ahí han descubierto restos de 300 personas, contra cuatro veces más en Patrocinio, donde apenas se ha explorado un tercio del hoyo negro coahuilense” dice Riva Palacio.

En la columna se recuerda que cuando agentes de la PGR visitaron hace tiempo Patrocinio, le comentaron a Silvia Ortiz, una de las activistas ciudadanas del Grupo Vida que luchan contra la impunidad en ese ejido, que no era una fosa sino “un campo de exterminio”.

 “Vas caminando y te vas encontrando con pequeños restos”, narró Ortiz. “Sigues caminando y sigues encontrando”.

Según testimonio recabados por Grupo Vida, a ese ejido llegaban 200 criminales con los cuerpos, a los que bañaban en diesel y les prendían fuego hasta que se consumieran, mientras, para no aburrirse, jugaban futbol americano. 

“El olor, como en los campos de exterminio en Auschwitz, viajaba decenas de kilómetros, y la luz de la hoguera se veía con claridad a kilómetros de distancia. Ninguna autoridad hizo nada”, cuestiona el periodista.

Lee aquí la columna 'Campo de exterminio' de Raymundo Riva Palacio