El español José Andrés, que es uno de los chefs más conocidos de Estados Unidos, recibió hoy en la Casa Blanca de manos del presidente Barack Obama la Medalla de Humanidades.

Se trata de uno de los galardones más importantes al mérito civil. Obama lo distinguió por "cultivar" los paladares de los estadounidenses y "moldear" la cultura del país en el que lleva más de un cuarto de siglo viviendo y del que tiene la nacionalidad -junto a la española- desde hace algo más de un año.

"Comparto este premio con todas aquellas personas que creen que la cocina no es solamente dar de comer a unos pocos, sino mucho más: estar comprometidos con dar de comer a todos", expresó el cocinero (Mieres, 1969) tras la ceremonia.

Junto a él y ante unos dos centenares de invitados recibieron la Medalla de Humanidades o la de las Artes una veintena de personas, entre ellos la escritora de origen mexicano Sandra Cisneros, el cómico Mel Brooks y el compositor Philip Glass. El actor Morgan Freeman y el músico Wynton Marsalis no pudieron ir a recoger sus premios.

"Sus caminos y sus medios difícilmente podrían ser más diferentes, y eso es lo que les hace grandes", dijo Obama. "Toman su pieza de este país grande, fuerte y lleno de energía, la remodelan y la comparten con nosotros. Nos abren su experiencia y por ello los honramos hoy aquí".

José Andrés se enfrentó el año pasado a Donald Trump cuando lanzó su candidatura hacia la presidencia de Estados Unidos atacando a los mexicanos. Había acordado con el magnate abrir un restaurante en el hotel que hace dos semanas ha inaugurado en Washington, pero se echó atrás después de escucharle calificarlos de violadores y criminales.

"Lo único que hice en un momento en el que parecía un poco fuera de lugar fue dejar un negocio por unos comentarios. Tengo unos valores. Solo vivimos una vez, nos tenemos que comportar como nos dice nuestro sentido común y yo puse mi granito de arena diciendo 'esto no me parece justo, esto no es la forma de seguir adelante'", dijo hoy a un grupo reducido de periodistas.

José Andrés y Trump están ahora enfrentados en los tribunales. El candidato republicano a la Casa Blanca demandó al cocinero por romper el contrato y le exige 10 millones de dólares. El chef puso después una demanda contra el magnate argumentando que sus ataques a los hispanos van directamente contra el núcleo de la clientela del restaurante, lo que le quita la rentabilidad.

"Lo llevan mis abogados, a mí no me quita el sueño. Lo peor que me puede pasar es que sea 10 millones dólares más pobre. No los tengo, pero soy multimillonario en ideales y en cariño de la gente", señaló.

El cocinero defendió la reforma migratoria que la candidata demócrata, Hillary Clinton, quiere presentar en sus primeros cien días de mandato si gana la presidencia y llamó a los hispanos a movilizarse y votar por ella y contra Trump.

"El grupo latino cada vez tiene más peso y más influencia, lo vamos a ver en 2017 cuando se pase la reforma migratoria. Que los latinos vayan a votar, que todos aquellos que tienen la tarjeta de residencia decidan hacerse americanos", expresó.

José Andrés levantó de la nada un imperio gastronómico en Estados Unidos, donde cuenta ahora con una veintena de restaurantes. Pero también se ha dedicado a causas sociales. Una de ellas es la cocina limpia: está implicado en proyectos que ayudan a la población con menos recursos del mundo a poder contar con métodos de cocinar que no solo no contaminan, sino evitan enfermedades.

La ceremonia de hoy no supuso para José Andrés su primera visita a la Casa Blanca. Allí ha cocinado para Barack y Michelle Obama y sus invitados. La pareja presidencial estadounidense conoce también los restaurantes que el cocinero español tiene en Washington DC, en los que han celebrado algún Día de los Enamorados o han ido a cenar porque sí. Entre ellos está el más famoso, "Jaleo", de tapas españolas, y "China Chilcano", de fusión peruana-asiática.