Usted está aquí
Fue su propio hijo el asesino del director de la Polícia de Guerrero
El fiscal del Estado de Guerrero, Xavier Olea, ha sorprendido a medio México al informar de que el asesino del director de la Policía Estatal, Tomás Hernández, fue su propio hijo. No fue el crimen organizado, como se especuló desde el domimgo, cuando trascendió la noticia. Ni se trataba de un ajuste de cuentas, a juzgar por las heridas que presentaba el cadáver. Olea ha explicado que los peritos de la fiscalía hallaron tres tipos de sangre distintos en el lugar de los hechos, un departamento en la colonia Progreso, en Acapulco. Uno era del director de la policía, otro de su pareja, que también murió aquella noche, mientras que el tercero pertenecía al hijo del primero, Jesús Hernández.
Juan Angulo, director del diario El Sur, uno de los más importantes de Guerrero, explica que Tomás Hernández era un personaje muy controvertido. En los últimos años, agentes del propio cuerpo habían denunciado su cercanía a grupos delictivos. Hacía poco tiempo, el texto de una narcomanta colgada de un puente en Chilpancingo, la capital del Estado, le señalaba justo de lo mismo. De ahí las especulaciones. De ahí, luego, la sorpresa.
A los investigadores les extrañó desde el principio la escena del crimen: la puerta de la vivienda no estaba forzada. ¿Había sido un robo? De acuerdo a la información aportada este miércoles por el fiscal, el motivo no podría ser más distinto. Jesús Hernández, ha dicho Olea, tomaba antidepresivos desde hacía años. Además, según el fiscal, el presunto asesino les confesó que había sufrido maltrato en casa desde pequeño. Eso habría llevado al joven a acuchillar a su padre y a su pareja.
Olea ha informado de que las autoridades han detenido a Jesús Hernández, le han tomado declaración y pasará a disposición del juez.