De esas situaciones que pueden pasar desapercibidas si se es externo. O que, por no tener alguna vinculación directa, se les pueden subestimar. Situaciones que, sin embargo, tienen un valor importante por lo que se propone y se está construyendo. Más o menos así es como veo un programa académico impartido a nivel especialidad en la Facultad de Jurisprudencia. 

En días recientes el ya citado centro de estudios perteneciente a la Universidad Autónoma de Coahuila refrendó con algunas instituciones la continuidad del programa “Especialidad en Transparencia, Gobierno Abierto y Rendición de Cuentas” que ya va para el quinto ciclo. Felicidades. 

Las cifras oficiales las tendrá el Director, pero calculo que a estas fechas más de doscientas personas, entre servidores públicos y activistas sociales, se han beneficiado de este repertorio sobre temas tan importantes como actuales. Entre las organizaciones que han apoyado el programa y cuyos inscritos han destacado se encuentran el Instituto de Transparencia, la Auditoría Superior del Estado y el Instituto Electoral, entre otros. 

Estas organizaciones, con las que se podrán tener diferencias de opinión, han sido pilar para la sobrevivencia del programa. Y así como se les critica, se les reconoce su interés por apoyar esta iniciativa escolar. 

El de “Transparencia, Gobierno Abierto y Rendición de Cuentas” no es el único programa académico impulsado en la actual administración de la Facultad.

Hay otros tan importantes como éste que recorren su propia temática; me permito solo uno, sin embargo, porque creo entender la trascendencia de un programa como el que ahí se dicta. 

Es una especialidad que se suma a toda una estrategia que ha cambiado lo que sucede en Jurisprudencia. Como cualquier cambio, ha movido ideas y personas. Quienes pisamos esas aulas recordaremos la siempre presente tensión entre lo tradicional y lo innovador. Pues bien, esas viejas posiciones no ceden y cada cambio viene con su crítica. Y para nada es malo ni asusta, si se hace con respeto y honrando la verdad. 

Regreso a lo de la especialidad. 

La sede, no es casualidad: los tres componentes principales de la Especialidad se analizan desde la parte normativa. El valor agregado está en que se le aproxima a través de las herramientas de la administración pública, la ciencia política y la política pública. No sólo entender el deber ser, que para eso ayuda el Derecho; comprender y analizar el ser, que es lo que proveen las demás disciplinas. 

Es un programa pionero. Antes de que en Coahuila se hablara como se hace hoy del Gobierno Abierto, la Facultad de Jurisprudencia ya lo ofrecía como una alternativa para avanzar en los conocimientos para especializar a los actores públicos y privados. 

No sólo sería el primero sino que, me atrevo a decir, es el programa más completo. 

Otras instituciones manejan la temática como seminarios o cursos cortos. En algunos casos, como en Puebla, como un diplomado a manera de requisito para titularse. En la Autónoma de Coahuila, por el contrario, es un programa con vida propia. Tan es así que algunos trabajos de sus alumnos ya han sido reconocidos o publicados.

La cosa es sencilla. En el Estado, hay temas que no se mueven porque no interesan o no hay capacidad. Los hemos señalado. De igual manera, sirva este espacio para celebrar iniciativas que están perdurando y los esfuerzos detrás, que inspiran. 

Enhorabuena a todos los involucrados. Pronto iniciará la quinta generación de esta especialidad. 

                                                      @victorspena