Terroristas nunca podrán derrotar a EU, dice Obama al recordar ataque del 9/11

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Terroristas nunca podrán derrotar a EU, dice Obama al recordar ataque del 9/11

Foto: Especial
Advirtió que en Afganistán, Irak, Siria y más allá no se dejará de presionar a los terroristas como Al Qaeda o al grupo yihadista Estado Islámico

Al rendir un homenaje a las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001, el presidente Barack Obama llamó hoy a los estadunidenses a estar unidos ante la amenaza terrorista, ya que “somos fuertes y nunca cederemos ante el miedo”.
“Después de todo, los terroristas nunca podrán derrotar a Estados Unidos. Su única esperanza es aterrorizarnos hasta que cambiemos nuestra forma de vida”, señaló el mandatario en su mensaje sabatino.
 
Subrayó que “la fortaleza sostiene a Estados Unidos (y) como estadunidenses somos fuertes, nunca cederemos ante el miedo, y siempre vamos a cuidarnos unos a los otros”.
 
En vísperas del 15 aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, en los que murieron casi tres mil personas, Obama rindió homenaje a las víctimas, a los sobrevivientes, al personal de respuesta inmediata, y a todos aquellos que han servido al este país.

Señaló que aunque muchas cosas han cambiado en los últimos 15 años, “los valores fundamentales que nos definen como estadunidenses siguen siendo los mismos”.
 
“Nuestra fuerza está en nuestra diversidad, nuestra forma de dar la bienvenida a todo tipos de talentos y de tratar a todos de manera justa, sea cual sea su raza, sexo, etnia o fe”, enfatizó.
 
Obama consideró que es esos principios son “los que nos hacen ser un gran país y si seguimos siendo fieles a esos valores, mantendremos el legado de aquellos que perdimos y nuestra nación seguirá siendo fuerte y libre”.
 
“Hace 15 años, un día de septiembre, que empezó como cualquier otro, se convirtió en uno de los más oscuros de la historia de nuestra nación”, dijo.
 
Rememoró que ese día las Torres Gemelas fueron reducidas a escombros; el Pentágono estaba en llamas; un campo en Pensilvania se quemaba debido a la destrucción de un avión; y se perdieron casi tres mil vidas inocentes.
 
Indicó que todas esas víctimas eran personas de todo tipo de vida, de todas las razas y religiones, de todos los colores y creencias, de todas partes de Estados Unidos y del mundo.
 
El presidente destacó que este fin de semana se honra la memoria de todas esas víctimas, “acompañamos a los sobrevivientes que aún llevan las cicatrices de ese día, y agradecemos al personal de respuesta inmediata que arriesgó todo lo que tenían para salvar a otros”.

de servicios de inteligencia, seguridad nacional y autoridades del orden público, que sirven y entregan su vida para mantener seguros a los estadunidenses.
 
“Mucho ha cambiado en estos últimos 15 años. Hemos entregado golpes devastadores a los líderes de (la red terrorista) Al Qaeda que nos atacaron el 11 de septiembre” de 2001, enfatizó.
 
“Hemos ajusticiado a Osama bin Laden (líder de Al Qaeda). Hemos reforzado nuestra seguridad nacional. Hemos prevenido ataques. Hemos salvado vidas”, anotó.
 
Sin embargo, dijo que al mismo tiempo, la amenaza terrorista evolucionó, “como hemos visto tan trágicamente desde Boston a Chattanooga (Tennessee), desde San Bernardino a Orlando”, dijo.
 
Por ello, advirtió que en Afganistán, Irak, Siria y más allá no se dejará de presionar a los terroristas como Al Qaeda o al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
 
“Los vamos a destruir. Y seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestro poder para proteger nuestra nación”, advirtió.
 
“Porque es nuestra diversidad, nuestra forma de dar la bienvenida a todo tipos de talentos y de tratar a todos de manera justa, sea cual sea su raza, sexo, etnia o fe, es parte de lo que nos hace ser un gran país. Es lo que nos hace fuertes”, reiteró.
 
El 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos sufrió los peores ataques terroristas en su historia, perpetrados por Al Qaeda, a través del secuestro de aviones que fueron impactados contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, y el Pentágono en Washington, y que dejaron casi tres mil muertos y más de seis mil heridos.