“Me tocó estar en Allende cuando desaparecieron a más de trescientas familias. Y al que le tocaba dar cuentas y darnos la seguridad, pues era al Gobernador”, esa fue la respuesta del aspirante a la Gubernatura de Coahuila por el PAN, Guillerno Anaya Llamas, cuando el pasado miercoles y en entrevista para El Siglo de Torreón, se le cuestionó sobre la peor crisis de inseguridad que se vivió en la Comarca Lagunera en toda la historia "¿qué hicieron ustedes en esos momentos o dónde estaban cuando La Laguna sufría esa crisis de seguridad?”, preguntó el entrevistador en un programa de El Siglo de Torreón transmitido vía internet.

La respuesta resulta por si sola grave, ya que la desaparición forzada de más de 300 familias en Allende, Coahuila en marzo del 2011, en medio de la impunidad y el solapamiento del entonces Gobernador del Estado, Jorge Torres, es una de las masacres de mayor trascendencia entre los medios y la población a nivel nacional y hasta internacional.

Hasta hoy, se pensaba que el crimen organizado había ingresado a Allende ante la sola mirada de los pobladores, y bajo la complicidad de autoridades, sin embargo, el contexto cambia con la reciente declaración del compadre del ex Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, y aspirante a la Gubernatura del Estado.

(Con información de El Siglo de Torreón)