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Campesinos de las regiones Laguna y Sureste de Coahuila protestan en la Seder
Desde temprana hora del lunes, campesinos de distintos ejidos del Sureste de Coahuila se dieron cita las oficinas de la Secretaría del Desarrollo Rural en el Centro de Gobierno del Estado, para reclamar por falta de apoyos y desvío de solicitudes de atención al campo.
Los manifestantes señalaron que de las 220 solicitudes que han registrado los campesinos ante la Seder sólo se han atendido 18 casos en los ejidos Paredón, Frausto, Acatitla y La Tortuga.
La mayoría de los ejidatarios manifestantes pertenecen a la organización campesina dirigida por Armando Mata, ‘’Los Dorados de Coahuila’’, que se dedica a la producción del ganado y la construcción de instalaciones en el campo para la producción agropecuaria.
Alrededor de 15 personas también vinieron desde La Laguna al no obtener respuesta directamente por parte de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder), en base a solicitudes entregadas desde hace cuatro años. Además de tener que pagar 300 pesos de camión para llegar hasta Saltillo semana a semana reclamando el recurso.
Armando Mata, líder de “Los Dorados de Villa”, dijo que la inconformidad de los trabajadores del campo está en que a algunos nunca se les ha apoyado en proyectos que tienen “toda la vida” gestándose en las filas de recursos que genera la Seder, y que, en algunos casos, las familias han regresado hasta por tres ocasiones consecutivas para poner la queja.
‘‘Queremos que nos digan la verdad’’, gritaron en las instalaciones.
Luego de dos horas, Luis Natividad y Arnoldo Martínez, subsecretarios de Fomento Agropecuario, salieron de las oficinas para atender la demanda de los campesinos, diciendo que hasta ahora se les ha brindado todo el apoyo posible y que el recurso destinado para este año ya se ha terminado.
Dijeron que esperarán a que la Secretaría de Hacienda vuelva a reunir los recursos que no se han utilizado en otros estados, para ponerlos a disposición del campo de Coahuila.
Algunos de los campesinos que protestaron tienen entre 70 y 85 años de edad, y reclamaron a los funcionarios nunca haber recibido ningún apoyo por parte del gobierno.