Sin exigirse al máximo y con sus habituales dotes teatrales, Usain Bolt saltó el sábado a la pista del Estadio Olímpico y ganó sin problemas su eliminatoria en los 100 metros de los Juegos de Río de Janeiro.

A pesar de una mala largada, el astro jamaiquino se impuso en su heat con tiempo de 10.07 segundos y se clasificó a las semifinales.

Tan pronto salió del túnel a los puestos de largada, Bolt fue recibido con una ovación de las 60 mil personas que colmaron el estadio. El hombre más rápido del planeta les devolvió el gesto al extender los brazos y aplaudirlos, mientras la multitud coreaba su apellido.

Ya ubicado en los tacos de salida, Bolt se llevó un dedo a los labios para pedir silencio, y el estadio obedeció.

Cuando sonó el disparo, Bolt tuvo algunos problemas para ponerse en marcha, pero una vez enderezó el torso dejó atrás al resto de los competidores.

“No fue la mejor largada, me sentí un poco lento”, dijo Bolt, quien agregó que nunca ha sido una persona que guste de las mañanas. “No estoy acostumbrado a correr tan temprano en cualquier campeonato”, agregó el jamaiquino, aparentemente sin darse cuenta que su eliminatoria fue a las 12:36.

“Ojalá mañana me sienta mucho mejor”, agregó.

Corriendo desde el carril seis, Bolt tuvo tiempo para mirar a la izquierda cuatro veces para asegurarse de su posición, y cruzó la meta casi trotando. Tampoco exhibió estar limitado por una lesión de corva que lo aquejó antes de los Juegos.

“Mi pierna derecha está bien”, afirmó.

Bolt, dueño de los récords mundiales de los 100 y 200 metros, busca en Río un tercer triplete en los 100, 200 y el relevo 4x100.