Ciudad de México. La Junta de Gobierno del Banco de México decidió no aumentar la tasa de interés interbancaria a un día, por lo que la mantendrá en 4.25 por ciento, pero acotó que se mantendrá atento a la evolución de los factores que determinan la inflación, en especial el tipo de cambio y su posible traslado a los precios al consumidor.

Señaló que en los próximos meses la inflación general continúe al alza de forma gradual, por lo que cerraría 2016 "ligeramente" arriba de 3 por ciento y promediaría abajo de esa meta, debido  a la fórmula empleada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para determinar los precios máximos de las gasolinas, y por el precio de los energéticos en el mercado internacional.

Ante el entorno económico internacional advirtió que para México "es crucial reforzar las políticas orientadas a mantener fundamentos macroeconómicos sólidos. En particular acciones adicionales de consolidación de las finanzas públicas tales como procurar un superávit primario a partir de 2017".

Destacó que como Banco Central  ajustará su política monetaria con toda flexibilidad, en el momento y magnitud que sea requerido para mantener la la inflación y sus expectativas "bien ancladas".

Insistió en que persisten diversos riesgos para la inflación como una mayor depreciación del peso, ante la incertidumbre que generan las elecciones presidenciales de Estados Unidos y sus consecuencias; la posibilidad de que el precio del crudo siga débil; el deterioro del déficit en la cuenta corriente; y que la Reserva Federal "normalice su postura monetaria".

El Banco de México señaló que durante el segundo trimestre de 2016 la economía mexicana registró una contracción en comparación con los resultados ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en su estimación sobre el comportamiento del Producto Interno Bruto.