Durante el año 2015, el IMSS en Coahuila realizó alrededor de 34 mil estudios de hemoglobina glicosilada o diabetes, y el propósito del 2016 es llevar a cabo 76 mil 200 estudios, lo que implica duplicar esa cantidad y practicar todavía un poco más, anunció el doctor Felipe Pacheco Pineda.

El titular de Prestaciones Médicas del IMSS en Coahuila agregó que la inversión autorizada para este rubro alcanza los 10 millones de pesos.

Este tipo análisis, aclara el especialista, no es para los pacientes que de antemano se conocen como “descompensados”, por el contrario, va encaminado a aquellas personas que por lo regular se ubican dentro del control o que están en el límite del mismo, con el objetivo de realizar ajustes en el tratamiento.

Pacheco recordó que la farmacología es sólo uno de los tres vértices que componen el tratamiento de la diabetes; los otros dos son actividad física y alimentación.

El IMSS en Coahuila duplicará este año el número de estudios de hemoglobina glicosilada, con el objetivo de tener un control más preciso en las personas que padecen diabetes mellitus tipo II, informó.

Agregó que es un estudio de laboratorio que permite visualizar el comportamiento del azúcar en la sangre a lo largo de los tres últimos meses. Es común, señala el especialista, que cuando una persona se programa para acudir a consulta, durante un lapso corto de tiempo –tres días, quizá-, realice adecuaciones en alimentación con el objetivo de que sus análisis de sangre no se muestren alterados.

De esta manera, el estudio común puede emitir un resultado apegado a la realidad de ese momento, pero que no refleja el comportamiento de la persona a lo largo del tiempo.

Gracias al incremento en el número de estudios que ahora se tienen, los análisis permitirán visualizar los resultados de los últimos tres meses, y se elevará la confiabilidad en un porcentaje significativo.

“Desafortunadamente  la ciencia, con todos sus avances en el área de la medicina, no ha logrado encontrar una pastilla que pueda suplir los beneficios de la alimentación sana y de la práctica cotidiana de deporte, de ahí que estos dos aspectos siguen siendo esenciales para el control adecuado de la diabetes y para retrasar sus temibles complicaciones irreversibles”.