Los 9 Perdones de la Historia

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Los 9 Perdones de la Historia

“Perdón, ‘Incitatus’, mi caballo pródigo, porque a pesar de nombrarte Senador, no pude hacerte Cónsul de Bitinia, la región turca que tu excelsa belleza galopaba contra el vientoindescifrable de las estepas”. Calígula.

“Perdón, mamá, por crear con mi personalidad que nutriste y veneraste, un complejo que lleva mi nombre para definir a las personas de baja estatura con sentimientos de grandeza; sobre todo, en manicomios, partidos políticos y hospitales psiquiátricos”. Napoleón.

“Perdón a los millones de judíos, comunistas, homosexuales, gitanos y discapacitados por matarles, y no aceptar que su sangre es tan pura como la aria (¡sí, cómo no!)”. Adolf Hitler.

“Perdón, mi incandescente Josefa (Ortiz de Domínguez), por haberte negado ese ósculo de despedida, ocultos tú y yo, en el huerto de tu casa bajo la luna del Bajío. No era para menos. Tu torpeza adelantó la asonada independentista. Mi temperamento arrebatado, que sufro y me atormenta, no te supo disculpar”.  Miguel Hidalgo y Costilla.

“Perdón ‘pata de palo’ por haberte perdido cuando huía en la Batalla de Cerro Gordo, Veracruz en 1847. Tú que fuiste la mitad de mi sustento sabes bien que siempre fui muy distraído. Si te perdí a ti que eras una de mis dos columnas, como no iba a perder la mitad de México”. Su Alteza Serenísima, don Antonio López de Santa Anna.

“Perdón, Sasha, Diosa de mi vida, por no haberte respondido como ‘el perro de la colina’ que a gritos me reclamabas en esos instantes eróticos que delirantes nos hacían perder la conciencia. Nunca consideré esos excesos como propios de mi linaje castizo y milenario”. José López Portillo y Pacheco.

“Perdón, Kate, por no cumplirte como ‘el Macho de Badiraguato’ que soy. El implante que nombré ‘Honor del Castillo’, como tu tequila, te recuerda a cada rato en contra de mi voluntad. ¿Lo puedes creer?”Joaquín Guzmán Loera.

“Perdón, mexicanos, por haberme elegido como su Presidente. Nadie es perfecto: Yo también me equivoqué al generarles la percepción de que los gobierno, cuando en realidad, los observo –azorado e incomprendido– desde una burbuja blindada de sus realidades personales, familiares y sociales”. Enrique Peña Nieto.

“Perdón, Carmencita (Aristegui), por utilizarte como ejemplo para triturar la libertad de expresión en México. Pero, aunque me resista, está en mi naturaleza”. Enrique Peña Nieto.