El líder conservador Mariano Rajoy confirmó hoy que su intención es seguir buscando apoyos entre las fuerzas parlamentarias españolas para poder presentarse a una sesión de investidura, pero recalcó que si tiene la certeza de que su intención no prosperá, abriría un periodo de reflexión con otros partidos.

"Yo tengo interés de acudir a la investidura si el rey lo considera oportuno y conveniente", afirmó en una rueda de prensa al finalizar la primera ronda de contactos con los líderes de los diferentes partidos para sondear posibles apoyos para su investidura.

El presidente del Gobierno en funciones, que hoy recibió una rotunda negativa del partido socialista (PSOE), segundo en las elecciones del 26 de junio con 85 escaños, subrayó que va a seguir "dando la batalla".

"No hay nadie que haya dicho que no quiere hablar conmigo y eso es muy positivo", agregó haciendo balance de sus encuentros con los representantes del PSOE, del liberal Ciudadanos, el izquierdista Podemos, de la pequeña formación Coalición Canaria, el Partido Nacionalista Vasco y el secesionista catalán Esquerra Republicana de Catalunya.

"Yo quiero gobernar y tengo la responsabilidad de hacerlo", subrayó, recordando que casi ocho millones de votantes eligieron al Partido Popular (PP) en las generales de junio. "Somos la única fuerza que ha subido en votos, en porcentaje de votos y escaños", añadió.

Rajoy insistió una vez más en que el Gobierno debe constituirse "a la mayor brevedad posible" porque él lleva ya desde el 21 de diciembre en funciones, y en que no se deben repetir los comicios "de ninguna de las maneras". Volver a las urnas, dijo, sería "un disparate del que nos arrepentiríamos siempre".

Sin embargo, también advirtió que el gobierno debe tener "al menos una cierta estabilidad" porque de nada sirve ser investido si luego no se pueden sacar adelante las propuestas y el Ejecutivo no tiene margen de maniobra.

Por ello, Rajoy se mostró dispuesto a seguir hablando y negociando "con todos" y entregó al líder del PSOE, Pedro Sánchez, -con quien cerró por la mañana la ronda de contactos-, un documento de propuesta de gobierno "moderada y abierta al diálogo y a los pactos" para que pueda comenzar la legislatura.

El PP fue el partido más votado en las elecciones generales pero con 137 escaños quedó a 39 de los 176 necesarios para llegar a la mayoría absoluta y necesita apoyos para gobernar.

Un apoyo que de momento no tiene. Su primera opción, el partido socialista, se reafirmó hoy en su rechazo a una investidura del líder conservador y dejó claro que el PP "no puede contar con el PSOE ni para un gobierno de coalición ni para pactar un acuerdo de legislatura".

El partido liberal Ciudadanos, por su parte, anunció por la mañana que votará "no" en la primera votación de una hipotética investidura de Rajoy, pero se abstendrá en una segunda.

Se trata de una abstención "técnica" en segunda vuelta para desbloquear la situación, explicó su líder, Albert Rivera, justificando el giro en la postura que defendió durante la campaña de no facilitar un gobierno de Rajoy, al considerar que no es la persona adecuada para dirigir una nueva etapa de regeneración.

La prioridad, según expuso esta mañana, es que se forme Gobierno en España y que se mpiecen a tomar decisiones sobre temas cruciales para el país como los presupuestos y el techo de déficit y gasto público.