Sabinense participa en competencia de moda

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Sabinense participa en competencia de moda

Diseñador “Siempre jugaba con mi hermana pequeña a hacer diseños, pero mi mamá y mi abuela son mi inspiración”.
Estrenando formato y con un coahuilense buscando su sueño, hoy arranca la décima edición de la contienda México Diseña by Elle

Bajo el tema “Total black”, 11 diseñadores mexicanos compiten por ganar el respaldo de una de las plataformas de moda más importantes en el país. A diferencia de años pasados, en esta edición los concursantes, entre los que se encuentra Ricardo Javier Moreno Soto, de Sabinas, tendrán que superar varios retos que serán evaluados por un jurado asesorado por el diseñador español Adolfo Domínguez.

Reemplazando a la saltillense Sara Galindo, la nueva editora general de la revista Elle México, Claudia Candano, realizó una renovación completa del certamen, antes, los participantes solo presentaban un diseño que respetara el tema propuesto y los juzgaban en base a ese trabajo. En esta ocasión, emulando a otros concursos de diseño de moda como Project Runway, los participantes tendrán que ir superando los retos que pondrán a prueba su valía como creadores.

En esta edición, para poder acceder al concurso, los competidores crearon una mini colección de cinco diseños bajo el tema “Total black”, ya que el negro es “una gran tendencia a nivel mundial que ha trascendido temporada tras temporada”, indicó en conferencia de prensa la editora general de Elle.

Entre las novedades, además de la asesoría de Adolfo Domínguez -en la edición pasada colaboró Jean Jean-Paul Gaultier-, se integran al jurado Jose María Torre, actor y diseñador de las marcas OCHÖ y Casablanca Atelier, así como  Francisco Cancino, diseñador de la firma Yakampot y la bloguera de moda y locutora Ileana Rodríguez.

Sobre lo que buscan en los competidores, durante el programa de ocho episodios que será conducido por Renato López, Candano aseguró que principalmente calificarán “trascendencia, visión de mercado, que sepan qué es lo que necesitan para fundar una marca partiendo de su nombre y de su talento”.

Los tres finalistas podrán exhibir su colección en la Fashion Week de México, y el ganador contará con el apoyo de una agencia de relaciones públicas durante un año para posicionarse en la industria.

Vestido. Un vestido negro inspirado en el vestido de novia de su mamá, fue el que le dio el pasaporte para formar parte del programa.

Nunca hay quinto malo

Representando el talento coahuilense,  Ricardo Javier Moreno Soto fue elegido por su diseño inspirado en el traje de novia de su madre, esta no es la primera vez que el originario de Sabinas intentaba entrar a este certamen, hace cinco años lo intentó y aunque no lo logró, no permitió que esto lo desanimara. En VANGUARDIA platicamos con el para hablar de su experiencia en el concurso y de la pasión que la ayudó a encontrar su vocación.

“La gente de Sabinas, los que me conocen, saben que desde niño ya hacía mis primeros bocetos”, platicó el joven de 28 años, agregando que las mujeres de su familia han sido parte fundamental en su estilo, “Mi mamá cose, hacía cosas muy sencillas, playeras para nosotros y mi abuela siempre fue muy coqueta, ella viene de Culiacán y siempre le gustó mucho la moda, la veía a ella y a las hermanas de mi mamá y siempre jugába con mi hermana menor a que hacíamos diseños”.

Aunque actualmente hacía algunos diseños para su sobrina pequeña, Ricardo tuvo que caminar un largo camino para descubrir y aceptar que la creación de prendas era su vocación, inicialmente empezó a estudiar Diseño Gráfico en la Universidad del Valle de México en Saltillo, pero luego de algunos problemas económicos se dió de baja y hasta antes de entrar al concurso, era parte de la plantilla de una agencia de autos en Acuña.

A principios de año, cuando se enteró de la nueva convocatoria de la revista, Moreno Soto decidió ampliar sus habilidades, -anteriormente solo bocetaba- por lo que tomó clases de confección con una costurera local. Fue así como creó una colección inspirada en su abuela, en su madre y en su hermana, tomando como referencia las épocas en las que vivieron su juventud, los años 40’s, 70’s y la actualidad.

“A mi me gusta más lo clásico, que no se note tanto el cuerpo, solo que se enfoque en ciertas partes y que se vea elegante”, comentó el diseñador quien se inspira en los diseños de Carolina Herrera y en el estilo de Olivia Palermo y Ana de la Reguera.

Para el diseño con el que ganó la aprobación del jurado, Ricardo tiró de la inspiración que lo hizo interesarse en el diseño de prendas: el vestido de novia de su madre. “Desde que vi el vestido de novia de mi mamá decidí que me quería dedicar a eso”, aseguró.

Fue así como creo un vestido de manga y falda larga, de hombros abultados y un leve aire victoriano que renovó cambiando la rigidez de las prendas, por una caída más suave y amable con el cuerpo, todo esto sin renunciar a los característicos drapeados y caídas dramáticas de la época, logrando un resultado que recuerda un poco el Givenchy de látex que utilizó Beyoncé en la Gala del Met de este año.

“Cuando fui a Monterrey (donde se realizaron las eliminatorias) yo sabía que ya había quedado, por que el patrón estaba muy bonito hecho y muy diferente, entonces regresé y yo les comenté, ‘yo siento que si voy a quedar’ y sí, en febreo me avisaron que había quedado como finalista”, recuerda Ricardo Javier, quien aunque no ha sido respaldado al 100 por ciento por su familia, actualmente ha conseguido el respaldo necesario para dedicarse de lleno a su pasión.

“Aquí la gente es muy conservadora, creo que soy el primer diseñador de Sabinas. Mi papá lo tomó, entre bien y mal, ni me apoyan ni nada, mi mamá está muy contenta y dos de mis hermanas me están apoyando  económicamente”.

Durante el concurso, Moreno Soto tuvo la oportunidad necesaria para conocer sus fortalezas y debilidades: “hay mucha competencias pero si hay mucha variedad de estilos, yo era el único muy clásico, los demás si eran más modernos”. El diseñador adelantó que se mudará a la Ciudad de México en donde lo espera una marca de ropa establecida, de la que prefirió no rebelar su nombre.

Conócelo:
-Ricardo Javier Soto Moreno nació en Sabinas hijo del materialista Ricardo Moreno Villalobos y la señora Sandra Soto Soto.
-Tiene 28 años.
- Aunque diseña desde niño, fue hasta este año que se internó en la confección.
- Define su estilo como clásico.
- Su dsieñadora favorita es Carolina Herrera.
- A finales de año inciariá su línea de vestidos de novia y vestidos para niña.
- Las mujeres de su familia son su principal inspiración.

‘La gran capital cultural ya no es Madrid, es México’

 

El diseñador español Adolfo Domínguez destacó hoy la importancia de que los países hispanohablantes se unan para hacer frente a la competencia global en el sector de la moda y subrayó que el liderazgo de la capital mexicana será “indiscutible” dentro de una década.
 
“Todos nosotros, españoles y latinoamericanos, tenemos el reto de volver a estar unidos”, porque grandes países como India y China “son ya grandes actores mundiales”, afirmó Domínguez en la presentación en la Ciudad de México del programa televisivo “México Diseña”, de ELLE.
 
Además, en el caso mexicano, el “coloso” brasileño va a acabar “poniendo presión”, por lo que la unión se hace fundamental.
La “gran capital” cultural “ya no es Madrid, es México”, aseveró el diseñador, quien subrayó la “vitalidad” del país, el cual se ve beneficiado por su gran población, la cercanía con Estados Unidos y el comercio entre ambos.
 
“Si hoy es discutible aún, o le pelean el liderazgo Buenos Aires o Madrid, dentro de diez años no se lo pelearán”, señaló convencido el gallego.
 
Asimismo, expresó que, tanto en la moda como en el resto de profesiones, ha llegado el momento de “apagar la luz”, es decir, emprender comportamientos sostenibles.
 
“Una manera de ser irresponsable a la hora de usar los recursos y consumir ya no es posible, porque aunque tú puedas pagarlo, el mundo no puede”, aseguró, dado que el componente ecológico en el diseño ya no es una cuestión “ética”, sino “lógica”.
 
Por ello, continuó Domínguez, hay que usar aquellas materias que tengan menos huella de carbono, “y convencer a los clientes de ello”.
 
Y aunque esto requiera tiempo, “se puede hacer”, sostuvo. Por ejemplo, ahora los clientes adquieren no solo bolsos de piel, sino veganos, lo que “hace pocos años era imposible”, como también era vender materiales provenientes de la celulosa de los árboles. (El Universal)