‘A sus 20 años, casado y con dos hijos, mi hermano sigue siendo un mantenido’

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‘A sus 20 años, casado y con dos hijos, mi hermano sigue siendo un mantenido’

ESTIMADA ANA:

Tengo una serie de sentimientos encontrados al ver la situación por la que están pasando mis papás por culpa de mi hermano menor. Desde que tenía como 12 años empezó a fumar, bajó mucho las calificaciones y su vida se centraba solo alrededor de los videojuegos y andar en la calle con sus amigos.

A los 16 años embarazó a su novia, que en realidad solo era su amiga. Ella se vino a vivir con él a casa de mis papás porque los suyos nunca la apoyaron y la corrieron de su casa. Ahora que los dos tienen menos de 20 ya tienen dos niños. Ella estudia y trabaja medio tiempo, se le notan las ganas de superarse, pero mi hermano de plano no avanza, se salió de estudiar y sigue sin oficio ni beneficio.

Mis papás no están bien económicamente y con mucho esfuerzo les alcanza para sus gastos y además mantienen a mi hermano, su “novia” y sus dos niños. Esa casa ahora es un caos, los mayores que ya todos estamos casados, a veces no queremos ir a verlos, pues es muy difícil ver la situación, nos da mucha impotencia que mi hermano siga abusando así de mis papás.

Mi hermano sigue tomando, fumando y no dudo que hasta drogándose, claro está, con dinero que mis papás le dan para que compre pañales y leche para los niños. Ya hemos hablado con ellos, sobre todo con él, le queremos hacer entender que es momento que se haga responsable de los niños y que deje de andar en los vicios, pero no entiende y se enoja.

También hemos hablado con mis papás, pero ellos responden enojados también, justifican lo que hacen preguntándonos si nosotros no haríamos lo mismo por un hijo en problemas, por un hijo que necesita ayuda.

Y con eso estoy de acuerdo, pero creo que ayudarlo no significa darle dinero, sino de impulsarlo a que trabaje y haga algo no solo por su persona, sino por la vida de dos niños y una mujer.

Ya no sabemos qué hacer, a veces mi mamá me pide dinero prestado y aunque al principio lo hacía, me di cuenta que era para él y no necesariamente para la leche o los pañales, sino para comprar cerveza y cigarros y por lo mismo, dejé de ayudarle.

Como le decía en un principio, son sentimientos encontrados pues a final de cuentas son mis papás, es mi hermano y son mis sobrinos, pero siento que si ellos siguen así, en lugar de hacerle un bien, está resultando todo lo contrario, pues él sigue igual.

Desde hace algunas semanas, aún así, decidí ya no tocar el tema con ellos, llego a verlos y hago como si nada estuviera pasando, pues si comenzamos con el mismo tema, salimos de pleito, lo sé y eso es muy doloroso para mí. Gracias estimada Ana, un saludo afectuoso.

ELENA

ESTIMADA ELENA:

La decisión de no involucrarte más creo que ha sido la mejor. Tus papás aún no están preparados para actuar, para tomar una decisión firme sobre los actos de tu hermano y eso solo seguirá provocando conflictos contigo y tus hermanos. Por el momento quizá lo mejor sea llevar “la fiesta en paz” y estar preparada y dispuesta para cuando ellos te necesiten.

No puedes juzgar sus decisiones, solo ellos saben el por qué lo hacen y hasta cuando lo seguirán haciendo, tu papel como hija es estar siempre para ellos y apoyarlos cuando necesiten. En el caso de tu hermano, ojalá pronto encuentre su camino y sepa valorar lo que hacen por él y además, darse cuenta de esas vidas que ahora dependen de él y que estar sano y ser saludable es lo menos que puede hacer por ellos.

ANA


Todos tenemos problemas. ¿Cuál es el suyo?  

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