OAXACA.- “¿Sabe dónde venden gasolina?”, preguntan a un taxista unas personas que no tienen combustible para el regreso. “Sí, suban”, responde el hombre, quien en menos de dos horas llega a una casa en la calle Palma Real, en el sector H de Huatulco. 

El patio es el centro de operaciones de cuatro personas que vigilan que no pase la policía. 

Así se vive la situación en Santa María Huatulco y su zona turística internacional de bahías, debido a los cierres carreteros. 

Los puntos clandestinos se encuentran en todo el Municipio. 

En casas o incluso sobre la marcha los taxistas también le entran a la venta ilegal. 

“Te lo vendo en 600 pesos, papi, como ustedes gusten”, dice uno de los vendedores, quien supervisa desde una silla mientras otro de sus compañeros “le da el jalón” a la manguera para que salga la gasolina; otros dos vigilan que no pasen las autoridades. 

En algunos sitios ilegales que operan de forma similar, el litro de gasolina lo dan en 25 pesos, en otros hasta en 40 pesos, depende de la demanda, mientras que en las despachadoras el precio es de 14 pesos. 

FILAS INFINITAS
Luego de dos semanas sin gota de gas, dos pipas con 110 mil litros de gasolina logran ingresar a la zona turística para abastecer a tres gasolineras; la cantidad de combustible apenas alcanzará para 21 horas de abastecimiento continuo.

En una fila están los automovilistas, en otra motociclistas y una más los que van con sus garrafas que luego volverán venderla de manera ilegal. 

Los vehículos sólo pueden cargar 500 pesos, las motos tanque lleno y los de garrafas las pueden hasta con 20 litros.