Busca la alegría en tu vida
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Busca la alegría en tu vida
Veo que se matan por tener cosas, veo que visten bien, tienen carros, casas, viajes, pero no los veo felices. Están tristes. Y lo están porque no buscan la alegría. Se conforman con aquellas cosas que se parecen a estar alegres; se desgastan tras aquello que les puede brindar un instante de efusividad; pero no saben qué es estar alegres. Vivimos enfermos de tristeza; la depresión es la enfermedad terrible de este siglo; hay gente que lo tiene todo: son lindos, exitosos, famosos, ricos, pero son tristes, están agobiados en el alma. Eso pasa cuando no tenemos a Dios, cuando no buscamos al que es la única fuente de la alegría de verdad. A este mundo le falta Dios; por eso no es feliz. Insisto en esto, no es que Dios sea envidioso y nos castigue porque no lo buscamos; sino porque lejos de él no existe felicidad duradera. Las alegrías de este mundo son efímeras, poco profundas, son poco duraderas. Por eso hacemos tantas locuras, por eso encontramos familias destruidas mientras sus miembros andan cazando aventuras que les hagan sentirse vivos; también vemos gente que se siente presa de sus responsabilidades, que trabajan porque sí, porque tienen que conseguir algo de dinero, pero no porque se sientan contentos haciendo algo que los engrandezca en lo que están aportando algo para este mundo. La alegría es fundamental para la vida; se da cuando el corazón está lleno, sereno, tiene gozo porque se siente útil, importante, amando y dejándose amar.” Padre Alberto Linero Es demasiado común hoy en día, encontrar cierta indiferencia, si nos dedicamos a observar podemos encontrar mucha tristeza y poca amabilidad. Solemos coincidir más con gestos endurecidos que con sonrisas; actitudes groseras e indiferentes que con personas que cedan el paso o el lugar; solemos percibir un ambiente amargo en el súper, en el banco, con el compañero del trabajo y quejas de todo lo que ocurre alrededor. Nos burlamos de las personas que sonríen, te sientes incómodo cuando alguien te saluda y te dice buenos días sin conocerte. ¿Qué ha pasado con ese asombro maravilloso de la amabilidad? ¿Porqué nos encontramos a la defensiva de la alegría? Pero, ¿Qué nos ha ido endureciendo el corazón? ¿Qué es lo que agobia mi alma? ¿Qué me impide encontrar la alegría? ¿Qué viga no me deja ver las cosas maravillosas que me rodean? Coincido con el padre que actualmente nos encontramos ensimismados en nuestros problemas y dejamos de percibir las alegrías de la vida diaria, incluso a las personas maravillosas que se nos cruzan en el camino. Nuestra mente se concentra en ver la cantidad de problemas o dificultades y esto nos genera tristeza y amargura. Por eso, en esta ocasión, quise compartirles este pensamiento del Padre Alberto Linero, pues me hizo reflexionar mucho. Y cómo dice el Padre Linero, la alegría llega cuando el corazón se está lleno, sereno, tiene gozo porque se siente útil, porque trabaja para el amor. ¿De qué manera amo, sirvo, ayudo? ¿En qué pequeñas cosas de mi vida diaria amo? ¿Qué cosas me hacen sentirme alegre? Comprométete a disfrutar de esos pequeños momentos de dicha, de gozo, de alegría. Esos momentos son los que alimentan tu corazón y contribuyen a tu felicidad. Busca a Dios, busca tu paz interior y pon más amor en esos pequeños actos: con tus hijos, tus padres, tu pareja, tu familia, tu trabajo. Sea cual sea el trabajo o la vocación que desempeñes, busca la alegría. Ríete de las cosas, permítete ser amable, permítete dar alegría al que se cruce en tu camino o viva contigo. Qué razón tiene el Papa Francisco al decir que hay que vivir con alegría las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Si dejamos de buscar la alegría, nos encontraremos con puras dificultades. ¿En qué te concentras? MARIJOSE CÉSAR Transforma tu vida/marijosecesar@yahoo.com