El cantante argentino Fito Páez cerró la noche del lunes su gira de conciertos por el 30 aniversario de su disco "Giros" ante miles de cubanos que entusiasmados llenaron el Teatro Karl Marx de La Habana.

Días antes Páez había advertido que el concierto sería "una bomba" y las más de 5.000 personas que asistieron no se sintieron defraudadas.

Vestido con pantalón negro y una colorida chaqueta, Páez tocó durante más de dos horas canciones como "Gente sin swing", "Giros", "Tumbas de la gloria", "Al lado del camino", entre otras, que el público cubano coreó una tras otra.

Uno de los invitados del concierto fue el cantante cubano Pablo Milanés, a quien Fito Paéz dijo deberle la vida por haberle llevado por primera vez a La Habana hace 30 años. Ambos cantaron "Yo vengo a ofrecer mi corazón".

En el escenario se unieron más músico cubanos como Carlos Varela, quien interpretó a dúo con Paéz temas del disco "Ey!" y José Luis Cortés, conocido como "El Tosco", quien acompañó con su flauta al argentino en la canción "Un vestido y un amor".

"Ciudad de pobres corazones", "Al lado del camino" y "El amor después del amor" también se escucharon durante el recital marcado por el rock, pop, tango, jazz y sonoridades electrónicas.

Cuando el concierto parecía que ya había terminado, las miles de personas no dejaban de corear "Fito, Fito, Fito...." y el cantante volvió al escenario con varios de sus grandes éxitos, para terminar la actuación con "Y dale alegría a mi corazón".

La aparición del disco "Giros" hace 30 años marcó a una generación de músico cubanos que formaban parte de la nueva trova cubana. Autores como Santiago Feliú, Carlos Varela o Frank Delgado han reconocido la influencia de las canciones del músico argentino.