Luego de aquél domingo donde las cuentas no le salieron al PRI Nacional, quien todavía firma como Gobernador dijo: “la alternancia no es tanda”. Y a quien identifican como su delfín, despacha en Torreón, le secundó: “La pérdida no se tiene que replicar en Coahuila” (VANGURDIA, junio 6, 2016). 

Pero como esto no es de mantener la palabra sino de no perder el poder, a las pocas horas se instrumentó un ajuste importante en la táctica para la sucesión: promover la idea de que el candidato sea consecuencia de un proceso abierto. 

Golpe de timón. Todavía al cierre de la justa electoral, en periódicos y comentarios locales se analizaban encuestas que (oh, casualidad) posicionaban sin rival al proyecto del actual Gobernador. Pero como las encuestas volvieron a mancharse con aquello que más atinado es jugar un “volado”, el panorama cambió. 

“Ajuste importante”, es llevarlo a menos. Es explorar un camino diferente; es reconocer que lo andado no sirvió o, de menos, de que hay dudas. 

Pero, cuidado: Un proceso abierto, una consulta en la entidad, disfraza de democrático. Solo disfraza.

En un ambiente más o menos sano, la voz de muchos sería igual a su voluntad. Pero cuando hay voces que repiten y señalan el manejo de programas sociales en las principales ciudades y todas las dirigencias organizaciones del partido están urgidas por quedar bien con la mano que les da de comer, la voz de muchos puede ser la voz del miedo o de la conveniencia, pero nunca de su voluntad, nunca la voz de la gente.

Se comulgue o no con ellos, nada de lo que se decida en el PRI le es ajeno a quien vive en Coahuila. 

Se simpatice o no con quienes integran esa organización, resulta ser la base del Gobierno y la mayoría en el Congreso. A estas alturas y desde hace años, el Judicial y los Organismos Autónomos (el de Derechos Humanos y el de Transparencia, al menos) han sido tocados para instalar defensores y fieles a su causa. De abrirse el proceso de designación de candidatos, por si fuera poco, todo mundo pasará por una doble o triple campaña viendo a los mismos personajes. 

Como Gobierno, hay familias completas cuyo trabajo está relacionado con quien toma las decisiones. Perdón, pero creo no debe sorprender eso de que el heroísmo no germina en el corazón de quien está esperando la siguiente quincena. Como presencia política, las redes, intereses y negocios han dejado poco espacio para las decisiones rebeldes. No solo entre los grandes capitales: hasta el proveedor pequeño podrá pensar eso de que vale más malo conocido. 

La oposición ha sido buena para aniquilarse al interior y castigar en redes sociales. En la elección por la gubernatura sus enemigos más peligrosos serán sus despechados ex afiliados. Y con eso se entretendrán. 

Por supuesto que los del PRI sabrán lo que hacen. Pero, desde acá, el asunto es claro: estando cargados los dados, por más que se quiera aparentar democracia vía un proceso abierto, no puede ser más que simulación. Tan encrespados estarán los ánimos que hay quienes piensan que lo más parecido a la unidad es el mayoriteo.  

Tampoco esperaría rompimientos llamativos: no todos quedarán conformes, pero la disciplina es la disciplina. Quien se enoja, pierde. Y para todos hay, dicen los clásicos, si esperan sus tiempos. 

Pero ya sabrán ellos: no es la primera, no será la última ocasión.

@victorspena
www.victorspena.net