Felipe VI cierra un segundo año de reinado marcado por la política

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Felipe VI cierra un segundo año de reinado marcado por la política

El rey Felipe VI durante la reunión bianual del Capítulo de la Orden de San Hermenegildo, creada hace doscientos años para premiar conductas militares ejemplares. Foto EFE
Dentro de España, la región más visitada por el rey ha sido Cataluña. El desafío independentista impulsado allí por el Gobierno regional es otro de los temas que han marcado los dos primeros años del reinado de Felipe VI.

Felipe VI cierra el domingo un segundo año de reinado marcado por la situación política de España, que condicionó su agenda oficial en los últimos meses y le llevó a convertirse en el primer monarca que convoca unas elecciones en el país.

En dos años, el rey ha tenido que enfrentarse a situaciones que nunca vivió su padre, Juan Carlos I, en casi 40 años de reinado. Una de ellas, el bloqueo político surgido tras las elecciones españolas de diciembre, en las que ningún partido obtuvo mayoría absoluta.

En medio de las negociaciones entre fuerzas políticas, Felipe VI se convirtió en una suerte de árbitro y, como jefe del Estado, tuvo que reunirse - hasta tres veces- con los líderes de los partidos para proponer un candidato a la investidura como jefe del Gobierno.

Inédita fue la respuesta que obtuvo del líder conservador Mariano Rajoy, el más votado en las urnas, quien declinó su propuesta. Después se lo ofreció al socialista Pedro Sánchez, segundo en los comicios, pero la investidura resultó fallida por primera vez en la historia reciente de España.

Finalmente, ante la imposibilidad de formar Gobierno, el monarca se vio obligado a dar paso sin precedentes en el país: disolver las Cortes y convocar nuevos comicios, que tendrán lugar el 26 de junio.

Estas circunstancias condicionaron - y seguirán condicionando en los próximos meses- su agenda oficial y la de la reina Letizia. Ambos se vieron obligados a cancelar viajes oficiales a países como Arabia Saudí, Reino Unido, Japón y Corea del Sur.

En ese tiempo, el rey solo realizó viajes cortos, como el que le llevó en marzo a Lisboa para asistir a la toma de posesión del portugués Marcelo Rebelo de Sousa, o el que hizo en mayo a Roma para presenciar la entrega del premio Carlomagno al papa Francisco.

La excepción fue la visita en marzo a Puerto Rico, junto a la reina Letizia, para inaugurar el Congreso Internacional de la Lengua.

Dentro de España, la región más visitada por el rey ha sido Cataluña. El desafío independentista impulsado allí por el Gobierno regional es otro de los temas que han marcado los dos primeros años del reinado de Felipe VI, quien ha hecho reiterados llamamientos a la unidad.

"Cataluña y el Estado (español) deben trabajar juntos", dijo el pasado febrero durante una visita a Barcelona, capital catalana.

Dos años después de relevar en el trono a su padre, quien se vio afectado por los escándalos que afectaron a la última parte de su reinado, la imagen de Felipe VI se ha visto fortalecida.

Según una encuesta publicada hoy por el diario español "El País", el 73 por ciento de los españoles está satisfecho con la forma en la que ha desempeñado sus funciones en este tiempo, frente al 23 por ciento que desaprueba su trabajo.

 

El rey Felipe VI firma el libro de condolencias por las víctimas del atentado de Orlando en la embajada estadounidense, en Madrid. Foto EFE

Sin embargo, todavía hay sombras sobre la familia real española. El juicio del llamado "caso Nóos", en el que están acusados una de las hermanas del monarca, Cristina de Borbón, y su marido, Iñaki Urdangarin, ha sido uno de los grandes temas de actualidad en España en el primer semestre de 2016.

La infanta, sospechosa de ser "cooperadora necesaria" de dos delitos fiscales supuestamente cometidos por su esposo, se enfrenta a una petición de ocho años de cárcel por parte de la acusación particular. La Fiscalía pide para Urdangarin 19 años y medio.

Desde que accedió al trono, Felipe VI se ha alejado de su hermana y de su cuñado y ha tratado de dar pasos en pro de la transparencia y la modernidad de la institución que encabeza. Uno de los más contundentes llegó unos días antes de su primer aniversario como rey, al retirar a la infanta Cristina el título de duquesa de Palma.

Al margen del "caso Nóos", las sospechas de corrupción volvieron a salpicar este año a los Borbón cuando estalló el escándalo de los llamados Panama Papers. En ellos aparecía una hermana de Juan Carlos I y tía de Felipe VI, Pilar de Borbón, por haber presidido presuntamente durante años una empresa offshore radicada en Panamá.