Senadores avalan Ley 3 de 3, acotan publicidad en declaraciones

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Senadores avalan Ley 3 de 3, acotan publicidad en declaraciones

Foto: Tomada de Internet
Por 94 votos a favor y 23 en contra, el Senado de la República aprobó la Ley General De Responsabilidades Administrativas, mejor conocida como Ley 3 de 3, que establece las obligaciones y sanciones por actos u omisiones a funcionarios y particulares que incurran en faltas administrativas graves en materia de corrupción

Tras un intenso debate que se prolongó hasta las 2:23 de este miércoles, algunos senadores del PRD, decidieron votar en contra, luego de que su intento por reformar el artículo 29 referente a la publicidad de las declaraciones, fallara al no obtener los votos que permitieran arrebatar la mayoría al PRI y PVEM.
 
De esta manera se aprobó un adendum elaborado por los priistas y verde ecologistas que, señala que las declaraciones patrimoniales y de intereses serán públicas, salvo los rubros cuya publicidad pueda afectar la vida privada o los datos personales protegidos por la Constitución.
 
Para tal efecto, el Comité Coordinador, a propuesta del Comité de Participación Ciudadana –que son parte del Sistema Nacional Anticorrupción– emitirá los formatos respectivos, garantizando que los rubros que pudieran afectar los derechos de los aludidos queden en resguardo de las autoridades correspondientes.
 
Al respecto el perredista Zoé Robledo, refirió que la llamada Ley 3 de 3 no es el elemento más importante del Sistema Nacional Anticorrupción, “pero sí es el elemento más legitimador de nuestra acción política”, el más simbólico y que le da más significado a la existencia de todo el sistema, abundó.
 
Mientras la senadora Marcela Torres Peimbert, del Grupo Parlamentario del PAN, comentó que las reformas que combaten la corrupción no se aprueban por la voluntad política del partido en el gobierno, “sino por la presión incontenible de la ciudadanía y de la oposición responsable del Congreso”.
 
Propuso cambios en la redacción del adendum para describir el formato actual de las versiones públicas que se utilizan para la Ley 3 de 3. Dijo que las declaraciones patrimoniales no son un capricho de los ciudadanos, sino la gran deuda pendiente que existe en México.
 
Entre los objetivos de esta Ley están: establecer los principios y obligaciones que rigen la actuación de los servidores públicos; establecer las faltas administrativas graves y no graves de los servidores públicos, las sanciones aplicables a estas faltas, así como los procedimientos para su aplicación y las facultades de las autoridades competentes para tal efecto.

Además, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y las entidades de fiscalización superior de las entidades federativas serán competentes para investigar y sustanciar el procedimiento por faltas administrativas graves que detecten en sus auditorías; en caso de faltas administrativas no graves darán cuenta a los órganos internos de control, para que continúen la investigación y promuevan las acciones que procedan; y ante la presunta comisión de delitos, presentarán las denuncias correspondientes ante el ministerio público.
 
Al respecto, la senadora Martha Tagle dijo que con esta reforma se abre la puerta para que las leyes dispongan a quién no se le podrán imponer responsabilidades; asimismo, no contempla como tráfico de influencias la obtención de beneficios, como bienes muebles e inmuebles.
 
Consideró que la propuesta carece de un sistema de protección a denunciantes y testigos. Lamentó que quienes estén involucrados en un acto de corrupción, al denunciarlo podrán tener un beneficio para que se les disminuya la sanción administrativa o penal, “lo que resulta de una gravedad mayúscula”.
 
La senadora del Grupo Parlamentario del PVEM, María Elena Barrera Tapia, defendió el dictamen aprobado y dijo que a través de esta ley se entiende un reclamo social, ya que la ciudadanía quiere gobernantes íntegros y sin miedo a la rendición de cuentas, que ejerzan la correcta aplicación de la ley, erradicando así la corrupción en México.
 
El dictamen busca inhibir cualquier acto ilegal de un servidor público para beneficio personal, ya que fortalece sus responsabilidades administrativas y las sanciones aplicables por actos u omisiones en qué estos incurran.
 
En contra de la propuesta, el senador Raúl Morón Orozco, del PRD, comentó que la Ley General de Responsabilidades Administrativas “no cumple con las exigencias de la sociedad mexicana, más bien ha traicionado su voluntad”.
 
Señaló que por encima del derecho a la privacidad en la información personal, debe prevalecer la supremacía del interés social y el interés público, por lo cual es necesario generar un sistema de rendición de cuentas que permita la transparencia y el combate a la corrupción.
 
A favor, la senadora Anabel Acosta Islas, del PRI, aseguró que el nuevo ordenamiento legal establecerá bases sólidas en la lucha contra la corrupción. “Asumimos los reclamos de la sociedad mexicana. Analizamos la iniciativa ciudadana 3 de 3, analizamos las mejores prácticas que se llevan a cabo a nivel internacional”. Aseveró: en el PRI “somos sensibles al sentir de la ciudadanía, estamos comprometidos con la construcción de mejores gobiernos, servidores públicos más honestos y apegados a la legalidad”.
 
El senador del PAN, Raúl Gracia Guzmán, señaló que en la ley los empresarios no son tocados y son ellos quienes se hacen millonarios con concesiones, licitaciones o con obras públicas, y son los que corrompen o se corrompen en sinergia uno al otro, políticos y dueños del dinero. “Si queremos darle a la ciudadanía una herramienta integra y cabal se tiene que adicionar apertura plena y tapar los dos orificios”, expuso.
 
El senador del PRD, Mario Delgado Carrillo, expresó que la “Ley 3 de 3” no es la solución única, ni la “varita mágica” para resolver el problema de la corrupción en el país, sin embargo, es importante porque en México es tan grave este problema que no permite avanzar, por lo que tiene que haber una medida radical que cambie por completo los incentivos de los funcionarios públicos y de las empresas privadas, “ya que cualquier gradualismo es simulación”.
 
Los legisladores avalaron las reservas presentadas por el senador Manuel Cárdenas Fonseca a los artículos 3, 4, 27, 28, 29, 30, 31, 33, 36, 37, 46, 48, 73 y 81 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, con las cuales se busca atacar la impunidad, la corrupción en cualquiera de sus manifestaciones, “acotando las posibilidades de usufructuar ilegalmente el patrimonio de todos los mexicanos”.
 
Cárdenas Fonseca mencionó que a través de estas reservas se busca que los servidores públicos queden obligados, en los términos demandados por amplios segmentos de la sociedad, y comprometidos con una gestión gubernamental más abierta, transparente y de sana cercanía con la sociedad.
 
El legislador sin filiación partidista señaló que, de acuerdo a la relación fijada entre los empresarios y el gobierno, se debe de imponer a todo sujeto la obligación de su declaración patrimonial y fiscal, para garantizar el buen uso del patrimonio nacional. Subrayó que se debe de impulsar la transparencia en toda transacción en la que interviene el patrimonio nacional.
 
También se aprobó la reserva del senador del PRI, Miguel Romo Medina, al artículo 9 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, la cual señala que serán competentes para investigar e imponer las sanciones que correspondan, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Consejo de la Judicatura Federal, conforme el régimen establecido en los artículos 94 y 104 de la Constitución y en su reglamentación interna correspondiente, los poderes judiciales de los estados y el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, así como sus consejos de la Judicatura respectivos, de acuerdo a lo previsto en los artículos 116 y 122 de la Constitución, así como sus constituciones locales y reglamentaciones orgánicas correspondientes.
 
Lo anterior, sin perjuicio de las atribuciones de la Auditoría Superior y de las entidades de fiscalización de las entidades federativas en materia de fiscalización sobre el manejo, la custodia y aplicación de recursos públicos.
 
La ley será enviada a la Cámara de Diputados para su revisión y eventual aprobación.