Reyna se iba a meter a bañar cuando los dolores del parto le vinieron de repente, ya no alcanzó a subirse a un vehículo y dirigirse al hospital, sólo llamaron al número de emergencias y los paramédicos de la Cruz Roja ayudaron en el parto de un varón en el interior de su casa.

Eran 15 minutos antes de las 11:00 de la mañana, Reyna y su esposo Carlos, de 27 y 28 años respectivamente, se preparaban por tercera vez para acudir al hospital para saber cuándo nacería su hijo.

Días antes habían acudido a las instalaciones de la Clínica Uno del IMSS para saber cuándo iba a ser el gran día, ya hasta su hija Melany estaba lista para recibir a su hermanito, pero en las dos ocasiones anteriores la regresaron a su casa.

La mañana del martes la joven madre se dirigió al baño para darse un baño y estar lisa, pero los dolores comenzaron de pronto, con cinco años de matrimonio y una niña que tuvieron antes, pensaron que estaban listos para todo.

Pero un vez que comenzaron las labores de parto la fuente se reventó, señal de que en cualquier momento nacería el pequeño.

No quisieron mover a Reyna pues ya veían venir al pequeño, por lo que llamaron al teléfono de emergencias, por lo que los paramédicos de la Cruz Roja acudieron al llamado.

No fue mucho lo que se tardaron en el interior de la casa ubicada en Otilio González 1750 de la colonia González, el pequeño ya estaba coronando y sólo lo ayudaron a salir, una vez que cortaron el cordón y los taparon se hizo el traslado a las instalaciones del nosocomio.

Los padres aún no saben qué nombre llevará el pequeño, sólo querían que todo estuviera bien y  junto con los abuelos estaban felices.